- No crucen una línea que nunca hemos cruzado. La Knesset nunca ha promulgado una legislación que regule la propiedad de los árabes en Judea y Samaria. La Knesset fue elegida por los israelíes y legisla para ellos. Los árabes en Judea y Samaria no votaron para la Knesset y no tiene autoridad para legislar para ellos. Estos son principios básicos de la democracia y la ley israelí. Como regla general, los legisladores son elegidos por sus electores y deciden para aquellos que están dentro de su jurisdicción, y no para otros.
Ningún gobierno israelí ha aplicado su soberanía sobre la Ribera Occidental, no Menajem Beguin y no Itzjak Shamir. Ellos entendieron lo obvio: Si se desea legislar sobre Cisjordania, se debe aplicar la soberanía sobre este terreno y darle a los residentes de la Ribera Occidental el derecho a convertirse en ciudadanos y votar en la Knesset de Israel. Y el significado de esto es claro…
Nosotros tenemos autoridad para controlar el área en donde estamos de acuerdo al principio de “ocupación bélica”, y podemos operar de acuerdo a nuestras necesidades de seguridad, pero no para otros fines. Esto lo establece no sólo el derecho internacional sino también la ley israelí.
- En cuanto al fondo, la Ley de Regulación expresa una injusticia y es una vergüenza para nuestro libro de leyes. No en vano el diputado Benny Beguin (Likud), un hombre de Eretz Israel, lo calificó como “la ley de la apropiación”. No promulguen leyes injustas y no legalicen el robo.
- El primer ministro Binyamin Netanyahu dijo que esta ley podría llevarnos a la Corte Penal Internacional. Si él está en lo cierto, ¿de qué forma nos salvaremos de una discusión sobre la legalidad de los asentamientos en esta corte? Y no digan que el derecho internacional no tiene dientes. Lo mismo pensaron todos los procesados ante dicha corte. A petición de los palestinos, el fiscal de la Corte Internacional se reúne para decidir pronto si Palestina es un Estado y si el tribunal escuchará los cargos por crímenes cometidos en ese territorio. La Asamblea General de la ONU ya ha decidido por una gran mayoría de Palestina es un país. En los documentos del Estatuto de Roma que estableció la Corte se establece claramente que los asentamientos son un crimen. ¿Nosotros queremos llegar a eso?
Tal decisión de la Corte pondría en peligro todos los asentamientos, incluyendo a Jerusalén y los bloques territoriales, los cuales existe la posibilidad de incluirlos dentro de Israel. ¿Por qué meternos en un peligro tan grave? Esta es una acción muy grave y peligrosa. Hay que tener cuidado con lo que se está haciendo.
- La lucha por nuestro derecho a establecernos en Judea y Samaria se ha llevado a cabo durante 50 años, sin éxito, en el ámbito internacional. Sin embargo, no se han usado contra nosotros los instrumentos internacionales de coerción, en parte porque estábamos seguros de poder decir que no tomamos las tierras privadas de los residentes árabes para construir nuestros asentamientos. Así nos comprometimos frente al Tribunal Supremo, y así nos hemos comprometido con el mundo. No se debe romper este justo principio, esto es legal y también una decisión política.
Además, ¿qué imagen se está creando en el mundo sobre los asentamientos en Judea y Samaria? Con la promulgación de esta Ley que juega en favor de la OLP y de nuestros enemigos y oponentes ellos pueden decir: Aquí se está demostrado, van a decir, los asentamientos son un acto de apropiación indebida.
- Y no digan: Vamos a legalizar la Ley de Regulación y el Tribunal Supremo anulara la ley; que no se derrame esta sangre a causa de nuestras acciones. Esto no es una declaración que hacen líderes, es una declaración de cobardes. Esto le permitirá a los demagogos entre nosotros, exhalar un suspiro de alivio al ser “salvados” por el Tribunal Supremo de Israel e inmediatamente acusaran a la corte de hacer un exceso de la autoridad, de ser un jugador político y así sucesivamente. Es una vergüenza.
Esta ley es injusta e inconstitucional. Es contraria a los principios fundamentales de la ley israelí. Es perjudicial para Israel y pone en peligro a todos los asentamientos en Cisjordania. Votad en contra. No se registren vuestros nombres en los anales de nuestra Knesset como quienes extendieron sus manos votaron a favor de algo malo y peligroso.