Las relaciones con Grecia y Chipre proveen a Israel con vecinos aliados y la acercan a Europa en términos de seguridad, comercio y dentro del campo de energía. Israel, Grecia y Chipre son las únicas democracias que actúan en una región de estados no democráticos, semidemocráticos y en crisis. Este es un poderoso factor motivador de cooperación.
Las relaciones entre Israel y Grecia han avanzado hasta un punto en el que fuerzas aéreas y navales llevan a cabo operaciones y maniobras conjuntas. Israel expresó su profunda gratitud a ambos países por enviar aviones para combatir los incendios generalizados cuando estos azotaron a Israel en noviembre de 2016.
Grecia, Israel y Chipre han decidido formalizar su propuesta para la construcción de un gasoducto de los campos gasíferos en las afueras de la costa israelí. Los tres países democráticos pueden garantizar, a largo plazo, un medio de entrega seguro para minimizar la dependencia de Europa del gas ruso.
Las relaciones interestatales consisten en opciones racionales dirigidas a producir resultados deseados. Para Grecia, Chipre e Israel, esto significa una continuación de estabilidad y seguridad en el caos que ha estallado desde la Primavera Árabe. Ante esta convulsión en el Medio Oriente, la cooperación entre Grecia, Chipre e Israel es esencial para producir un lugar seguro de estabilidad.
En la foto… el Primer Ministro Benjamín Netanyahu, el Presidente chipriota Nicos Anastasides y el Primer Ministro griego Alexis Tsipras estrechan manos durante una reunión en el palacio presidencial en la capital chipriota, el 28 de enero, 2016. (Yiannis Kourtoglou, Pool foto vía AP)
Primero, para Israel, Grecia y Chipre representan un puente de estabilidad hacia Europa, una región estable cerca de casa. Esta dimensión de seguridad es importante para un país rodeado de espacios de inestabilidad y fuentes de radicalismo. Ambos países le proveen a Israel con un vecino aliado y acercan a Israel a Europa en términos de seguridad, comercio y energía.
Segundo, Israel es también un actor de seguridad crucial en una región afectada por cambios drásticos internos dentro de los estados que carecen de una cultura de coexistencia pacífica. Actualmente, Grecia se encuentra fuertemente encasillada por la afluencia de refugiados que huyen de la guerra. Chipre, Grecia e Israel comparten intereses significativos tales como la seguridad, seguridad energética y la necesidad de lidiar con el radicalismo y el terrorismo.
Estos tres países tienen mucho que ganar profundizando la cooperación multinivel.
Tercero, Israel, Grecia y Chipre son las únicas democracias activas en una región de estados no democráticos, semidemocráticos y en estado fallidos. Este es un factor motivador poderoso de cooperación, ya que los valores democráticos son un criterio fundamental para las asociaciones. Esta asociación estratégica pudiera sentar las bases para la cooperación futura entre estos estados.
En los últimos años, las relaciones greco-israelíes se han intensificado debido a la intensidad de las amenazas, la urgencia y necesidad de consolidar las relaciones en una región atormentada por amenazas multifacéticas. Las relaciones entre Israel y Grecia han avanzado hasta el punto en que los militares están llevando a cabo operaciones conjuntas de la fuerza aérea y maniobras conjuntas por la naval griega e israelí. Grecia permitió una misión de sobrevuelo por aviones militares israelíes sobre el espacio aéreo griego en el 2014. Un agregado militar israelí ha estado estacionado en Atenas desde el 2014. Éstas son elecciones importantes por parte de Atenas, cuya política exterior del pasado se enfocó exclusivamente en construir una relación unilateral con el mundo árabe, dejando a Israel fuera del marco.
Israel expresó su profunda gratitud a ambos países por enviar aviones para combatir incendios cuando Israel fue golpeado por incendios generalizados en noviembre, 2016.
Un eje estable de poder
Las relaciones Grecia-Chipre-Israel establecen reglas claras de compromiso para que los estados actúen como estabilizadores regionales. Jerusalén, Atenas y Nicosia constituyen un eje estable de poder que debería ser ampliado para llenar el vacío de liderazgo en la región. La cooperación tripartita entre los tres países, así como también las declaraciones conjuntas que siguieron a las reuniones recientes fueron etiquetadas de “no exclusivas”, dejando así la puerta abierta a otros dispuestos a participar. Sin embargo, cualquier candidato potencial para unirse a esta cooperación tendrá que ser claro sobre sus intenciones, opciones políticas y sobre todo su apoyo a la paz y hacia la democracia. Estos entendimientos trilaterales son un mensaje para la región. Israel, Grecia y Chipre están iniciando una alianza de naciones estables, que comparten valores comunes y están dispuestos a combatir (de diferentes maneras) el terrorismo.
Los recientes avances constituyen sólo la dimensión de seguridad de esta nueva cooperación tripartita. Chipre y Grecia le proveen a Israel una proximidad cercana a Europa, un continente donde, a pesar de los problemas, la democracia florece. La intensidad de las amenazas, así como también el deterioro de la seguridad en el Medio Oriente, señalan la necesidad de una mayor cooperación entre las fuerzas estables en la región. Este es un momento histórico para el futuro de esta región y el momento es perfecto para producir más relaciones aliadas en medio del caos en la situación del Medio Oriente.
En un evento muy prometedor, Grecia, Israel y Chipre decidieron formalizar su propuesta para la construcción de un gasoducto desde los campos gasíferos en las costas de Israel. Estos están llevando su caso al Comisionado de Acción y Energía de la UE, dando así un paso formal en la materialización del proyecto. El informe de viabilidad de la propuesta y su competitividad financiera son alentadores. El proyecto posee ventajas estratégicas ya que utiliza la ruta más segura hacia Europa. Los tres países democráticos pueden garantizar un medio seguro a largo plazo a fin de reducir al mínimo la dependencia de Europa al gas ruso.
George Voskopoulos, Ph.D., es profesor asociado de Estudios Europeos en la Universidad de Macedonia, Thessaloniki, Grecia y ex jefe del departamento. http://jcpa.org/article/greece-israel-cyprus-relations-ripe-expansion/