En el Likud, se le garantiza un gobierno igualitario, a pesar de contar con solo 15 escaños sin Yesh Atid y sin Yaalon. El plan salió mal, la trampa en la que Gantz quedó atrapado y los escenarios del impacto por la profunda crisis del corona. Interpretación.
En unos días se debe cortar. El sistema político dará un paso hacia la unidad forzada o hacia un futuro desconocido.
Algunos han argumentado que la conducta del Secretario General de Kajol Laván (Azul y Blanco) Benny Gantz, durante la semana pasada, implicó una modificación en su dirección. Los mensajes que salieron de él y de su entorno en el último día parecían estar destinados a unificar a la opinión pública sobre que efectivamente había resultados electorales y era hora de honrarlos. Pero ayer por la noche dio un paso para atrás y culpó al Likud de hacer “spin político” y de engañar.
Para comprender el curso de los acontecimientos, es necesario regresar unos días a la lucha por el mandato para formar gobierno (del Presidente). Gantz hizo correr dos canales de acción paralelos que se suponía se cruzarían al final de su camino pero, en la práctica, se interrumpían mutuamente.
Por un lado, negociaciones serias para un gobierno de unidad con Netanyahu a pesar de la controversia y la grieta creada en el cuarteto de liderazgo de Kajol Laván que lo rodea; Por otro lado, una lucha por transferir el control del Parlamento (la Knesset) para usarlo como un látigo sobre Netanyahu, como si fuese una palanca para el primer movimiento. Pero la toma del control de la Knesset, que se suponía era la acción complementaria en el camino hacia la unidad, se volvió esta semana contra Gantz, cuando se dio cuenta que Netanyahu no le permitiría ejercer tal mayoría.
Una sucesión de eventos políticos y parlamentarios que han tenido lugar en los últimos días, bajo los auspicios del virus Corona, ahora han convertido al Knesset en una barrera para la unidad de Benny Gantz, y no en un incentivo como él pensaba.
El hecho que el juicio contra Netanyahu fue pospuesto por una medida que la mayoría de los votantes de Gantz considera controvertida, además del hecho que Yuli Edelstein (Presidente de la Knesset) se negase a abandonar la oficina del presidente y cerrase la Knesset este miércoles sin el establecimiento de los comités, puso a Gantz en una esquina problemática. Entre un gran público afiliado a Gantz, lo están presionando fuertemente o manifestando en las calles y en las redes sociales, pues afirman que se trata de una “negociación con ladrones”, mientras que él (Gantz) y Gabi Ashkenazi ya están con la cabeza puesta en la unidad.
En muchos sentidos, el comportamiento de Gantz sigue siendo amateur en relación con el jugador al que enfrenta. A diferencia de Netanyahu, donde miles de comentaristas no pueden predecir lo que realmente quiere, Gantz siempre brinda información sobre sus intenciones, generalmente mucho antes del momento apropiado.
Lo mismo sucedió con el gobierno de minoría o estrecho, del que se hablaba mucho antes que se cerrasen los detalles, y lo mismo sucedió con tres proyectos de ley contra Netanyahu que se presentaron en Kajol Lavan antes de que se formaran los comités, sin mencionar el regalo que Gantz le dio a Netanyahu en forma de un acuerdo para sentarse debajo de él, solo dos días después que él mismo recibiese el mandato para formar un gobierno.
Durante días de rutina, la facción de Gantz también tiende a ponerse de acuerdo sobre la unidad. La última semana, la mayoría regresó a la línea anti-Bibi. Si Gantz lo intenta al final (ir a favor de la unidad), probablemente dará como resultado una descomposición de Kajol Laván. Él vendrá con su partido “Resiliencia para Israel”, pero menos con la gente de Yesh Atid y tampoco sin Yaalon. Un total de 15 diputados, cuando no está claro si Amir Peretz y Nitzan Horowitz se unirán a él.
A pesar de solo contar 15 mandatos, el Likud le deja claro a Gantz que aceptará un gobierno “igualitario”, que es completamente equitativo cuando se trata de las relaciones de poder en el gobierno (y, por supuesto, con una minoría en la Knesset). El debate en esta situación todavía se trata de la identidad del próximo Ministro de Justicia, un asunto que, para ambas partes, se considera una línea roja, y sobre la duración del mandato de Netanyahu como el primero en la rotación.
La pregunta entre las preguntas, la que tiene un efecto directo sobre la unidad, es cuál será el verdadero efecto del Coronavirus. En un escenario, el número de pacientes y posiblemente los muertos por la epidemia, incluida la ira de los desempleados y los dueños de negocios, harán lo mejor que puedan y conducirán rápidamente a un gobierno de unidad, mientras que se ignoran todas las demás consideraciones.
Según otro escenario, el poder de la catástrofe y el tratamiento no profundo dado por el gobierno de Netanyahu, todo esto se hará evidente en un gran evento que ya está comenzando a provocar indignación (algunos en el sistema político afirman que ya está ocurriendo, antes de lo esperado, entre los trabajadores independientes y los desempleados). Luego decidirán desde Kajol Laván dejar que Netanyahu coma lo que cocinó sin asumir la responsabilidad del tratamiento de Coronavirus.
De cualquier manera, Netanyahu ya ha puesto a Gantz en una “zona de asesinato” político y lo ha dejado sangrar en ambas direcciones. Uno es cuando dice que Gantz trabaja para hacer un gobierno minoritario con apoyo de la Lista Árabe, a través de una campaña agresiva que ha emprendido contra él, y el otro, una hemorragia que ha comenzado el último día en torno a su acuerdo silencioso de sentarse bajo el liderazgo de Netanyahu.
Los que conocen a Netanyahu saben que el acuerdo de Gantz con rotación y aprobación para ser gobernado por Netanyahu equivaldrá a… ser gobernado bajo Netanyahu. Dos años en los términos de Netanyahu es un tiempo muy largo, o lo suficiente como para acabar con la carrera política del único hombre que ha logrado evitar, en los últimos años, que forme gobierno.
En la mesa de negociaciones se encuentra la propuesta de rotación, ahora por los primeros dos años para Netanyahu, mientras que desde el Likud están dispuestos a bajar a un año y medio, pero no por debajo de eso.
Los amantes de las teorías de la conspiración dicen que Netanyahu quiere extender su presidencia al menos para el próximo junio, la fecha de las elecciones presidenciales. Esto podría proporcionar un escenario interesante para él. Los motivos: Hacer que el voto de la Knesset sea abierto para las elecciones presidenciales y poniendo fin a su carrera política en la oficina del Presidente con un bono suplementario: Artículo 14 de la Ley Básica: El presidente declara que el presidente no será llevado a juicio penal. ¿Qué significa para aquellos cuyo juicio ya ha comenzado? Como siempre, este tema será tratado por los juristas.