RESUMEN: las teorías de conspiración generalmente pueden ser encontradas dentro de entornos antisemitas. El líder sindicalista del Partido Laborista Jeremy Corbyn simpatiza con los terroristas, apoya a los que distorsionan la veracidad del Holocausto, es un acérrimo incitador anti-israelí y un antisemita a media jornada. También ha promovido las teorías de conspiración sobre Israel. Hace años, se escuchó que antiguos miembros laboristas promovían teorías de conspiración antisemitas. Hoy día, las teorías de conspiración dirigidas contra los judíos, Israel y otros son escuchadas una vez más dentro de los círculos del Partido Laborista.
Las teorías de conspiración generalmente pueden encontrarse en entornos donde el antisemitismo está sustancialmente presente. El caso clásico, más extremista – una mentira que tiene su origen en la Rusia zarista – son los Protocolos de los Sabios de Sión. Muchas teorías de conspiración antisemitas extremas florecen habitualmente en el mundo árabe.
En publicaciones sobre el escándalo de antisemitismo en el Partido Laborista británico, una serie de teorías de conspiración por parte de miembros elegidos del partido han salido a la luz pública.
Jeremy Corbyn, quien ha sido un líder laborista desde el 2015, es simpatizante del terrorismo, defensor de aquellos que distorsionan el Holocausto, incitador anti-Israel y antisemita a media jornada. También ha promovido las teorías de conspiración sobre Israel. En el 2010 Corbyn habló en una reunión de la Campaña de Solidaridad Palestina en Londres, en la que mencionó el ataque con disparos realizado por comandos israelíes a activistas turcos en una nave de la flotilla a Gaza. Este comentó que parlamentarios británicos habían pronunciado discursos en el Parlamento sobre este tema con un guión preparado de antemano que aseguró había sido escrito por el entonces embajador israelí Ron Prosor. “Todos se presentaron con las mismas palabras clave”, dijo Corbyn. “Era como leer un documento europeo buscando las palabras muy en boga. Y las palabras eran: ‘Las necesidades de Israel en el área de seguridad, el extremismo de aquellos en una nave y la existencia de militantes turcos en el barco’”. El diario Daily Mail verificó la transcripción del debate de los Comunes en cuestión y no logro ubicar evidencia alguna de que estas palabras muy en boga hayan sido utilizadas por algunos de los parlamentarios.
Dos años después, Corbyn concedió una entrevista al medio de comunicación propagandístico iraní PressTV en la que comentó sobre un ataque terrorista a una base del ejército egipcio en la península del Sinaí que puso fin a las vidas de 16 soldados egipcios. Este sugirió que Israel había estado detrás del ataque porque tenía intereses en incrementar la violencia en el Sinaí y desestabilizar al régimen de la Hermandad Musulmana. Este dijo: “¿A quién le interesa asesinar a otros egipcios aparte de Israel, preocupados por la creciente cercanía de relaciones entre Palestina y el nuevo gobierno egipcio?… Yo sospecho que la mano de Israel está metida en todo este proceso de desestabilización”.
Existen varias teorías de conspiración clásicas sobre los judíos que actualmente circulan dentro del laborismo. Una fue articulada por el ex-alcalde de Londres Ken Livingstone, quien renunció al partido a comienzos de este año tras haber sido suspendido durante un tiempo. Livingstone afirma que los cargos por antisemitismo dirigidos contra individuos laboristas y contra el partido en general son utilizados para difamar a la izquierda y silenciar las críticas hacia Israel, una afirmación que el sociólogo británico David Hirsh define como la “fórmula Livingstone”.
En el 2003, el veterano parlamentario laborista Tom Dallyel dijo que el entonces primer ministro Tony Blair fue excesivamente influenciado en su política sobre el Medio Oriente a favor de Israel por una camarilla de asesores judíos. Este mencionó específicamente a Peter Mandelson, a Lord Levy y a Jack Straw. El último de ellos, quien para ese momento era Secretario de Relaciones Exteriores, es un cristiano evangélico con un abuelo judío en su entorno familiar.
El mismo año, el compañero laborista Lord Ahmed afirmó que abogados judíos y los medios de comunicación eran responsables por la duración de la pena en prisión que este recibió tras provocar un accidente automovilístico fatal. Este dimitió luego que el partido le suspendiera del cargo.
En años recientes, algunos funcionarios laboristas han afirmado que Israel estuvo detrás de ISIS. Uno de ellos fue el concejal de Blackburn y ex-alcalde Salim Mulla. Él también fue suspendido por el partido.
Muhammad Pappu, concejal local en el distrito londinense de Tower Hamlets, fue elogiado por Corbyn por ayudar a crear una “sociedad equitativa, justa y decente”. Este es el mismo Pappu que compartió mensajes en Facebook en los que acusó a Gran Bretaña de atacar a Siria “para instalar un banco Rothschild”. También ha compartido publicaciones en las redes sociales que afirman que Israel organizó el 11-S y fue responsable por los atentados terroristas de Londres y de los ataques terroristas en París.
Si bien Corbyn nunca se ha disculpado por afirmar sus teorías de conspiración, algunos funcionarios laborales de menor importancia han expresado su pesar por haber promovido teorías de conspiración que alegan al control mundial judío y su responsabilidad por el terrorismo. En diciembre del 2015, el concejal del laborismo Irfan Muhammad, del distrito londinense Lambeth, publicó en su página Facebook: “Los judíos que trabajaban en las Torres Gemelas recibieron un mensaje de texto antes del incidente, ‘No vengan a trabajar el 11 de septiembre'”. Cuando esto fue expuesto, este renunció a su cargo de concejal y se disculpó. Andy Slack, concejal laborista en Chesterfield, compartió: “El estado moderno de Israel fue creado por los Rothschild y no por Dios y lo que están haciendo con el pueblo palestino ahora es exactamente lo que pretenden hacerle a todo el planeta”. Más tarde este se disculpó.
Por otra parte, John Clarke, concejal citadino y posible candidato parlamentario laborista, compartió este tuit en el 2017 de un neonazi: “Los Rothschild han utilizado la usura junto al Israel moderno como un instrumento imperial para conquistar el mundo y todos sus recursos, incluyéndolo a usted y a mí”. En lugar de disculparse por el retuit, Clarke comentó que contenía mucha verdad.
El líder sindical Mark Serwotka, jefe del Sindicato de Servicios Públicos y Comerciales (SPC), es un ávido partidario de Jeremy Corbyn. Refiriéndose a la disputa sobre antisemitismo dentro del Partido Laborista, este lo dijo en una conferencia que era posible “que Israel pudiera haber creado una historia que no ‘existe’ para distraer la atención de las atrocidades”. Serwotka había sido expulsado del laborismo en los años 90 por ser de extrema izquierda, pero se le permitió reincorporarse luego que Corbyn se convirtiera en su líder.
Ian Hilpus, ex-productor de la BBC y partidario de Corbyn, escribió sobre el líder laborista de que los sionistas son “parte de una conspiración para socavar al individuo más honesto en política hoy día”. Este lo publicó en un grupo Facebook llamado ‘Apoyamos a Jeremy Corbyn’ que posee más de 70.000 miembros.
Si bien proliferan las teorías de conspiración sobre los judíos e Israel, estos no son los únicos objetivos de ataque. Andrew Murray, asesor político de Corbyn, sugirió en un artículo que los servicios de seguridad británicos socavaban a Corbyn. Mendy Richards, seleccionada como la posible candidata parlamentaria laborista para el escaño electoral en Worcester, fue prohibida de presentar demandas ante el tribunal sin el permiso del juez luego de hacer acusaciones sin sentido contra los servicios de seguridad, la Policía Metropolitana, el ejército, el servicio postal, su compañía proveedora de agua, sus proveedores de gas, servicios de electricidad y banda ancha y más.
El Dr. Manfred Gerstenfeld es antiguo investigador asociado en el Centro BESA y ex-presidente del Comité Directivo del Centro de Asuntos Públicos de Jerusalén. Este se especializa en las relaciones israelíes-europeos occidentales, los temas sobre antisemitismo y anti-sionismo además de ser autor del libro ‘La Guerra de un Millón de Recortes’.