Weitzmann fue fundamental para que los planes sionistas sean aceptados por las principales potencia del mundo. Sin Weitzmann, muchos países no hubiesen reconocido a Israel. Sin la fuerza de este gran líder, la Universidad Hebrea de Jerusalén se hubiese quedado en una utopía. Fue el primer Presidente de Israel, un Ish Lelo Tajlif, un sionista indispensable.