El 1 de mayo de 2017, Hamás publicó un documento político aprobado por todos los líderes del movimiento. Los líderes aclararon que el documento no reemplazaba la Carta de Hamás, sino que estaba dirigido a adaptar la posición del movimiento a la hora actual. El documento fue presentado por los portavoces de Hamás como un desarrollo pero que no comprometía sus principios.
En su anuncio sobre la publicación del documento, el líder de Hamás, Khaled Mashal, dijo que se había decidido hace cuatro años elaborar un plan político adaptado a la política que Hamás estaba implementando y que este plan sería la fuente de autoridad del movimiento. Dos años después, dijo, se inició una discusión detallada sobre los detalles de este plan; agregó que, en última instancia, tras consultar a expertos jurídicos internacionales, se había redactado un documento en nombre de todos los dirigentes de Hamás. Mashal aclaró que en este documento, Hamás estaba presentando el “desarrollo” y la “renovación” en su función política, como lo estaba haciendo en el campo de su resistencia y lucha, sin comprometer las demandas del movimiento y los derechos de los palestinos.
El documento político tiene como objetivo relanzar el movimiento bajo una luz pragmática, democrática, tolerante y no extremista, para que brille su imagen en el mundo y presentar una posición política que comparte con Fatah y la OLP. Sin embargo, está lleno de contradicciones internas que son irresolubles. Una de ellas es la contradicción entre la visión política que establece respecto a un estado en las fronteras de 1967 como una “fórmula para un acuerdo nacional conjunto” entre Hamás, Fatah y la OLP y otras declaraciones en el documento que establece la renuencia de Hamás a renunciar a cualquier parte de Palestina, su demanda por el regreso de los refugiados a sus hogares, y su no reconocimiento de Israel. El documento también afirma que Hamás insiste en continuar la lucha armada y la yihad.
¿Qué ha cambiado?
- No hay mención de la conexión Hamás y la Hermandad Musulmana
El nuevo documento político, que está dirigido tanto a los oídos occidentales como a los países árabes, no menciona en absoluto ninguna relación entre Hamás y la Hermandad Musulmana; Define a Hamás como un movimiento islámico nacional y no, como en la carta de Hamás, como la rama palestina de la Hermandad Musulmana. En la conferencia de prensa en la que dio a conocer el documento, Mashal aclaró que Hamás pertenecía a la escuela de la Hermandad Musulmana pero que era una organización palestina independiente no subordinada a ninguna otra organización. El documento tampoco destaca el aspecto islamista del movimiento – por ejemplo, no se menciona la tierra de Palestina como la tierra del Waqf, es decir, dotación islámica, como en la carta fundacional de 1988.
- El énfasis del Hamás en su lucha contra la ocupación y el sionismo – no los judíos
El documento intenta alejar a Hamás del antisemitismo que impregna su carta original. Hace hincapié en que Hamás no está luchando contra los judíos por su judaísmo, sino que está luchando contra la ocupación y la empresa sionista. “El Hamás se opone a cualquier opresión de cualquier persona o cualquier daño a sus derechos debido a la nacionalidad, religión o grupo étnico. El antisemitismo y la opresión de los judíos son fenómenos relacionados con la historia europea, no a la historia árabe y musulmana. El movimiento sionista es un ejemplo peligroso de la ocupación asentada que ha pasado del mundo, y debe pasar también en Palestina”.
- Negociaciones con Israel – No Ahora
En contraste con la negación absoluta de todas las declaraciones sobre las negociaciones con Israel en la carta de Hamás (1988), Mashal explicó que en este momento no hay lugar para las negociaciones entre Hamás e Israel: “Las negociaciones son una herramienta y la trataremos como algo que [nosotros] podemos cambiar [nuestra posición respecto a]. La política [actual] de Hamás se opone a negociar con Israel porque el momento en este momento no lo permite. Hoy, Israel está usando las negociaciones como un truco”. Sin embargo, en principio, dijo, no hay nada que impida tales negociaciones, ya que “el Profeta [Muhammad] y Salah Al-Din hablaron con sus enemigos”.
¿Qué sigue siendo lo mismo?
- Continúan apoyando la Yihad y la lucha armada para liberar Palestina
El documento declara: “La resistencia y la yihad para liberar a Palestina seguirán siendo un derecho, deber y honor legítimos para todos los miembros de nuestro pueblo y nuestra nación [musulmana]… La resistencia a la ocupación por todos los métodos y medios es un derecho legítimo que está garantizado por las leyes divinas y por las leyes y normas internacionales – y en primer lugar es la lucha armada que se considera una opción estratégica para defender los principios y restablecer los derechos del pueblo palestino… Hamás se opone a cualquier daño a la resistencia y sus armas y subraya el derecho del pueblo a desarrollar medios de resistencia”.
- Actualiza el regreso de los refugiados a sus hogares
“El derecho de los refugiados palestinos y de las personas desarraigadas a regresar a los hogares de donde fueron removidos o a los que se les prohibió regresar en los territorios ocupados en 1948 o en 1967 – esto es, toda Palestina – es un derecho individual natural y Hamás se opone a cualquier plan e intento de eliminar la causa de los refugiados, incluyendo los intentos de reasentarlos fuera de Palestina y los planes para una patria alternativa. El resultado de su expulsión y la ocupación de su tierra es un derecho que se relaciona con su derecho a regresar, y [esta compensación] se aplicará después que se realice el derecho de retorno, ni abnega el derecho de retorno de los refugiados ni nada que se aleje de eso”.