El difunto General de División David Maimón fue el gobernador militar en Gaza en los años setenta. Cuando fue nombrado para el puesto, le dijeron que el terrorismo no podía ser derrotado, sólo contenido. Maimón, que no estaba convencido, instituyó un método lógico que acabó con el terrorismo en Gaza.
Las medidas que implementó se describen en su libro “El terror que fue derrotado”. Los principios que guían su método eran muy simples: Combatir una guerra intransigente y engañosa contra los terroristas y su infraestructura mientras ellos preparaban y cultivaban a la población civil no combativa. El genio de Maimón estaba en la aplicación rígida del sistema. Hoy, con la discordia renovada amenazando con provocar un hervidero a raíz del ataque terrorista del Monte del Templo el viernes pasado, no sólo debemos recordar estos principios, sino ponerlos en práctica sin prestar atención a los pesimistas que defienden la idea de la pseudo-contención.
Lamentablemente, hoy todavía estamos lejos de experimentar siquiera la primera parte de la ecuación de Maimón – la fase de luchar una guerra persistente contra los terroristas y su infraestructura. En un sermón escuchado inmediatamente después del ataque terrorista mortal del viernes, el jeque Raed Salaj, jefe de la rama norte del Movimiento Islámico en Israel, describió a los terroristas como “nuestros shahids [mártires] de Umm al-Fahem, Muhammad, Muhammad y Muhammad”. Salah entonces acusó a Israel de derramar su sangre y dirigió una oración que “Allah aceptará a todos los shahids y los unirá con los profetas, los justos y los puros”.
¿Qué castigo recibió Salah por este apoyo descarado al terrorismo? No hubo castigo. Él está caminando libremente, sin obstáculos y sin temor. ¿Qué pasó con los que asistieron a su sermón y a los que lo apoyaban? No les pasó nada. Aunque la Rama del Norte ha sido proscrita, sus miembros continúan incitando el odio de Israel sin restricción. ¿Qué medidas se han tomado contra las escuelas dentro de Israel que se adhieren al currículo palestino, donde los libros de texto llaman a la guerra contra los judíos y borran a Israel de los mapas? Ninguna acción. Existe un continuo fracaso a la hora de evitar el apoyo al terrorismo y la educación para el terrorismo. Por lo tanto, no es de extrañar que esta educación esté dando sus frutos, y que se exprese en que musulmanes israelíes anden por allí tomando las armas para asesinar judíos y drusos por igual.
¿Y qué decir de la segunda parte de la ecuación – preparar y cultivar a los moderados? El puñado de israelíes beduinos que desean alistarse al Ejército de Defensa de Israel es hostigado por otros israelíes musulmanes. Se enfrentan a una discriminación persistente en las ciudades beduinas del sur, que son frecuentemente dominadas por el Movimiento Islámico, cuando solicitan empleo o buscan vivienda. En otras palabras, no sólo estamos abandonando a los moderados que buscan la integración pacífica en la vida cotidiana de Israel, también estamos fallando a la hora de castigar a quienes los discriminan y los persiguen.
Israel se comportó de manera similar durante los Acuerdos de Oslo, cuando abandonó a la dirección palestina moderada local y restauró a los terroristas corruptos, que fueron desterrados a Túnez durante la Primera Guerra del Líbano en 1982, a los territorios. La colocación de estos delincuentes al frente de la Autoridad Palestina produjo los resultados esperados: más terror, más corrupción, gobernabilidad antidemocrática, penas de muerte para cualquiera que vendiera tierras a judíos, un Judenrein y un sistema educativo que genera una generación tras otra que odian a Israel y los que odian a los judíos suelen estar dispuestos a sacrificar sus vidas para eliminar el Estado de Israel.
Los muchos musulmanes moderados infieren por las acciones de Israel que son ellos los que no deben enfrentarse a los extremistas que están tomando el control de las instituciones musulmanas del país por la fuerza gracias al dinero de Irán, Qatar y Turquía. Al final del día, suponen, el gobierno israelí no estará a su lado cuando vengan tiempos difíciles. Nos convendría seguir los pasos de Maimón e ignorar las amedrentadas advertencias de aquellos que sólo esperan “contener” el terror.
El Dr. Efraim Herrera es el autor de “Yihad – Fundamentos y Fundamentalismo”.
