El supuesto, según el cual la creciente ola de populismo en todo el mundo está provocando las oleadas de antisemitismo que estamos viendo en muchos lugares, ignora el hecho que ambos fenómenos feos provienen del mismo lugar. Las olas de populismo y antisemitismo están creando actualmente una nueva utopía liberal conocida como esencialismo, que es una nueva forma de comunismo, que aspira a acabar con el sufrimiento humano causado por la desigualdad.
El comunismo pretendía poner fin a este sufrimiento mediante la erradicación de la burguesía y el nacionalismo, y con este fin, robó la propiedad privada y despojó a las personas de su patrimonio nacional. El antisemitismo se usaba para borrar la cultura judía, que se percibía como una base de la antigua estructura moral del mundo. La amenaza comunista contra la burguesía y el nacionalismo fue el principal culpable de la inundación del populismo en el siglo anterior, que en lugar de desencadenar una defensa del nacionalismo dio origen al ascenso del fascismo, que culminó en el nazismo. Para imponer su “moralidad”, los nazis intentaron erradicar el judaísmo cometiendo genocidio contra el pueblo judío.
Según el esencialismo actual, la angustia de la humanidad es causada por fronteras que separan estados y naciones, pero también por culturas, etnias y géneros. Debido a que estas fronteras están hechas por el hombre y no reflejan diferencias esenciales, el esencialismo se esfuerza por derribarlas. Para realizar la visión de amasar a la sociedad en una masa de humanidad sin fronteras, el esencialismo también ha evocado una nueva moralidad: El amor al “otro” precede al amor a uno mismo.
El principio de altruismo, como se establece en el antiguo mandamiento de “amar a tu prójimo como a ti mismo”, es el altruismo creado por la naturaleza para todas sus criaturas, que protege no solo a los necesitados, sino también a los generosos y serviciales. Pero hay un punto en el que dar deja de ser un acto moral. El esencialismo convierte esta generosidad útil y gratificante en un acto de altruismo suicida.
La política del multinacionalismo, el multiculturalismo y la inmigración libre obligan al donante a entregar su identidad en términos de género, nacionalidad, cultura e historia. En respuesta, las oleadas de resistencia popular se han incrementado para crear la crisis del Brexit en el Reino Unido, la controversia del muro en los Estados Unidos y las protestas de chalecos amarillos en Francia, y han fortalecido los partidos nacionalistas de derecha en toda Europa. Por ahora, la naturaleza de esta ola populística está orientada hacia la defensa del Estado-nación y, por lo tanto, también es amigable con Israel. Pero con el continuo ascenso del esencialismo, también es posible que también se vuelva ofensivo en su naturaleza y ataque, con sus líderes propagando ilusiones utópicas similares al nazismo.
Al igual que el comunismo, el esencialismo no puede aceptar la existencia del antiguo orden moral. Sin embargo, dado que el antisemitismo clásico está actualmente pasado de moda, está canalizando su odio a los judíos hacia el Estado de Israel, cuya insistencia en defenderse constitucionalmente como un estado-nación es un verdadero llamado a las armas.
Al igual que el antisemitismo funcionó como un puente entre las utopías contrastantes del comunismo y el nazismo, hoy también se une entre liberales esencialistas ilustrados y extremistas musulmanes en su lucha conjunta para deslegitimar a Israel. Los judíos no pudieron defenderse contra estas utopías anteriores y las oleadas de antisemitismo que produjeron. La lucha contra la actual ola de antisemitismo debe ser encabezada por Israel. Debe enfocar esta lucha en el esencialismo, que está generando reacciones populísticas y antisemitas. Formular un plan estratégico para librar una batalla cultural de este tipo es un desafío intelectual sin precedentes compartido por Israel y los judíos en la diáspora.
El Dr. Hanan Shai es profesor del Departamento de Ciencia Política de la Universidad Bar-Ilan.
