Los refugiados palestinos: Hechos, cifras e importancia – Israela Oron (INSS)

El tema de los refugiados palestinos ha sido visto durante unos 70 años como un obstáculo principal a la resolución del conflicto entre Israel y los palestinos. Sin embargo, el número cada vez mayor de refugiados provenientes del Medio Oriente y África desafía la singularidad de la situación palestina. De hecho, el tema de los refugiados palestinos se percibe más como el reflejo de un continuo interludio por parte de los países árabes, Israel y la comunidad internacional, en el que no han podido separar la solución a este problema de un acuerdo político mayor entre Israel y los palestinos. A pesar de la constante angustia por parte de los refugiados, el tema sigue siendo visto como la principal carta de los palestinos en las negociaciones de paz con Israel. Sin embargo, el valor de esta carta histórica parece ir disminuyendo con el creciente número de refugiados en todo el mundo y la ausencia de una solución al conflicto palestino-israelí. Después de siete décadas y muchos cambios en el Medio Oriente, tal vez este tema complejo debería ser desconectado del posible acuerdo político mayor.

La decisión del Presidente estadounidense Donald Trump de congelar un tercio de la contribución que realizan los Estados Unidos a la UNRWA, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente, ha renovado la atención a una organización cuya propia existencia y actividad suscita duras críticas en Israel. La UNRWA fue establecida en 1949 después de la Guerra de Independencia para tratar única y exclusivamente con los refugiados palestinos. Al igual que con el tema de Jerusalén, el problema de los refugiados palestinos ha sido visto durante más de 70 años como un obstáculo principal para la resolución del conflicto entre Israel y los palestinos. Para los palestinos que han sido criados dentro del patrimonio de la Nakba, cualquier compromiso sobre este tema es un ataque a la identidad nacional palestina.

El número de individuos obligados a abandonar sus hogares durante la Guerra de Independencia se estima en 720.000. La mayoría de ellos se establecieron en campos de refugiados en Cisjordania, la Franja de Gaza, Jordania, el Líbano y Siria. Según la UNRWA, todos los descendientes de los refugiados palestinos son considerados refugiados y por lo tanto hoy estos ascienden a más de 5 millones y medio. La ciudadanía de otro país, como por ejemplo Jordania, no cancela su condición de refugiado. En otras palabras, solo el regreso de los refugiados y sus descendientes a sus hogares puede cancelar dicho estatus.

Para los gobiernos israelíes, la demanda palestina del “derecho a retornar” de los refugiados fue y sigue siendo el punto sobre las líneas rojas. Esta postura es apoyada por una mayoría absoluta de ciudadanos israelíes de todas partes del espectro político, porque el regreso de un número tan grande de refugiados palestinos al Estado de Israel tendría consecuencias de gran alcance para el carácter del estado. Sin embargo, todos los intentos del Estado de Israel a lo largo de los años por cambiar la definición de los refugiados de la UNRWA han fracasado. Los esfuerzos de Israel para cambiar el estatus de la UNRWA como una entidad independiente y supeditarlo a la ACNUR, que controla a todos los demás refugiados alrededor del mundo, también han fracasado. Esto se debe en gran parte a que los países árabes creen que ese cambio haría imposible transferir el estatus de refugiado a los descendientes de los refugiados palestinos y por ende, debilitaría la postura palestina en las negociaciones.

Las conmociones sociales y políticas en el Medio Oriente desde el 2011 hacen que sea imperativo re-examinar el tema de los refugiados. Primero, el número creciente de refugiados provenientes del Medio Oriente y África desafía la singularidad de la situación palestina. Hoy existen unas 60 millones de personas desplazadas, incluyendo a 17 millones de refugiados, la mitad de ellos menores de 18 años. Estos refugiados son responsabilidad de la ACNUR (Alto Comisionado para los Refugiados) y algunos dirigen su camino a Europa. Su movimiento tiene enormes consecuencias económicas, de seguridad, políticas y nacionales para la mayoría de los países del continente.

Esta es la razón por la cual el problema de los refugiados palestinos es percibido más como el reflejo de un continuo percance de los países árabes, Israel y la comunidad internacional, que no han podido separar la solución a este problema del acuerdo político mayor entre Israel y los palestinos. A pesar de la constante angustia de los refugiados, el tema sigue siendo visto como la carta principal de los palestinos en las negociaciones de paz con Israel. Sin embargo, el valor de esta carta histórica parece ir disminuyendo con el creciente número de refugiados a nivel mundial y la ausencia de una solución al conflicto palestino-israelí.

A diferencia de las cifras del portal oficial de la UNRWA, que cita a 526.700 refugiados registrados en el Líbano, las cifras recientemente publicadas basadas en un censo libanés realizado en cooperación con la Oficina Central de Estadísticas Palestina estiman su número en 175.000. Esta cifra es interesante en sí misma, debido a la tendencia familiar de los elementos palestinos en ser reacios a reducir el número de refugiados. Para decirlo más específicamente, la situación de los refugiados en el Líbano siempre ha sido considerada peor que en otros países, debido a las fuertes restricciones en su contra. Por lo tanto, generalmente se acepta que sean tratadas primero en cualquier acuerdo. Incluso cuando se propusieron ideas para un retorno simbólico de refugiados a Israel en un marco de reunificación familiar donde se habló primero de los refugiados del Líbano. La brecha en las cifras refuerza la suposición de que los números en el portal de la UNRWA no reflejan la realidad, no solo en el Líbano, sino también en otros países. Esta suposición socava la confiabilidad de esta organización, que siempre ha sido vista en Israel como una entidad hostil ante la lucha por perpetuar el problema de los refugiados y la demanda del “derecho al retorno”.

Además, debido a la continua guerra en Siria, los refugiados que llegan del Líbano y Siria han emigrado hacia otros países. Los cambios demográficos en el Líbano, en particular la dramática disminución en la proporción de refugiados palestinos, significan una menor amenaza a una ruptura del delicado equilibrio entre los diferentes grupos de población. Esto pudiera permitirle al gobierno libanés introducir una política más indulgente respecto a los derechos de los refugiados, lo que tal vez pudiese reducir la presión de promover un acuerdo especial para los refugiados allí. Aunque no existen nuevas cifras independientes sobre el número de refugiados palestinos en Siria, es probable que su número haya disminuido significativamente y el problema de los refugiados palestinos en Siria ya no es el tema central de la agenda de refugiados en ese país.

Con el eterno tema de los refugiados en boga durante tanto tiempo, se han producido cambios en su integración en sus países “anfitriones”. Contrariamente a la opinión generalizada, solo el 45% de los refugiados en el Líbano viven en campamentos. El 57% de los refugiados en el campamento de Shatila son de Siria y solo el 30% son palestinos. Del mismo modo, en Jordania, que le otorgó ciudadanía a la mayoría de los refugiados palestinos, muchos de ellos viven en zonas residenciales “regulares” en lugar de campamentos.

Es difícil preservar por siempre el estatus de refugiado y en vista de los procesos sociales, políticos y económicos, la integración de los refugiados palestinos en la economía y la sociedad de los países que les acogen es inevitable. Esto no significa que el tema de los refugiados no deba ser resuelto. Sin embargo, luego de siete décadas y muchos cambios en el Medio Oriente, tal vez este complejo tema debería desconectarse del acuerdo político mayor. El problema de los refugiados es un problema nacional palestino, pero también es un problema personal para cientos de miles de palestinos y el hecho de que el tema no se ha resuelto aun no los hace más moderados.

La decisión del Presidente Trump de congelar la ayuda a la UNRWA sin darle una oportunidad adecuada de prepararse para la prestación de servicios a los refugiados necesitados en la Franja de Gaza no contribuye a la estabilidad o moderación en la región. No es inevitable y tal como ya ha sucedido anteriormente, es el Estado de Israel el que tendrá que resolver esta situación.

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