Los disturbios en la cerca fronteriza en Gaza como campaña de operaciones – Por Mayor General (Retirado) Gershon Hacohen

RESUMEN: Cuando se trata de defender la frontera con Gaza ante una amenaza física, la responsabilidad del Jefe del Estado Mayor y del comandante de la plaza Sur es clara y muy bien cumplida. Sin embargo, tales acciones no constituyen una respuesta suficiente al esfuerzo de Hamás para convertir los eventos de la cerca fronteriza en un logro estratégico.

Los judíos han conocido el tema de la ansiedad existencial durante generaciones y el potencial de un peligro existencial se ha convertido en el principal criterio por el cual los líderes israelíes tienden a evaluar las amenazas, incluyendo el grado en que dichas amenazas son estratégicas. En base en este criterio, el Primer Ministro Yitzhak Rabin determinó, con el apoyo de expertos en seguridad, que el terrorismo no constituye una amenaza existencial.

De hecho, cuando una ofensiva terrestre por parte de ejércitos regulares constituye el punto de referencia a una amenaza existencial, los peligros que plantea el terrorismo, por no mencionar los acontecimientos que ocurren actualmente a lo largo de la frontera de Gaza, no son considerados existenciales. Pero Hamás está utilizando estos eventos como trampolín para un logro estratégico que pudiera tener consecuencias importantes.

Una amenaza estratégica requiere de una respuesta estratégica, que conlleva a preparativos de una campaña multidimensional desarrollada a nivel nacional con los recursos y capacidades a plenitud del estado de Israel. Una respuesta estratégica de este tipo debe abordar cuatro aspectos básicos de la situación:

  • Identificar el cambio en la realidad e internalizar nuevas tendencias. Los eventos a lo largo de la cerca constituyen una nueva campaña operativa en contra de Israel que Hamás está implementando directamente y de manera centralizada. En la esfera pública, la campaña, con su escenografía muy bien elaborada, es presentada como una revuelta civil desarmada. En el nivel encubierto, sin embargo, esta es totalmente orquestada por Hamás haciendo uso sofisticado de las herramientas de una nueva guerra con el propósito de influir en tres áreas de la percepción psicológica: la palestina, la israelí y la internacional.
  • Con impresionantes habilidades profesionales y en coordinación con las redes globales, incluyendo a elementos del BDS, se está realizando también un esfuerzo especial para transmitir los eventos en las redes sociales. Como primera etapa a una evaluación estratégica, el cambio debe ser identificado como un nuevo tipo de campaña, más significativamente el haberlo denominado la “Marcha del Retorno”. Ya que Hamás nunca ha aceptado la solución de dos estados que sustenta el proceso de Oslo, lo explícito en calificar la campaña como un esfuerzo para destruir a Israel, lo cual vendría siendo el verdadero significado de la consigna “retorno” en el discurso palestino y árabe, sin que esto suscite ninguna oposición internacional requiere que los líderes israelíes debatan intensamente una contra-estrategia efectiva a utilizar.
  • Conceptualizar la nueva situación y crear un enfoque teórico global y bien formado. Con el fin de hacer frente a las críticas por las acciones de las FDI sobre la extrema izquierda israelí y en general a la opinión pública occidental, debe idearse una base teórica adaptada a los desafíos de la nueva guerra. En la última década, la utilización de civiles como estratagema operacional ha asumido un papel importante en las zonas de conflicto. Por ejemplo, el gobierno ruso utiliza a los separatistas locales de la población civil para encabezar la guerra en la región ucraniana de Donetsk. De la misma forma, Pekín está haciendo uso de miles de barcos pesqueros civiles en sus esfuerzos por extender su soberanía sobre el Mar del Sur de China. El uso combinado de civiles en un nivel abierto y del sistema militar a nivel encubierto, en un esfuerzo secundario de apoyo, es lo que le ha dado a este fenómeno sus características elusivas. En Occidente, esto se describe como la “guerra híbrida”. El pensamiento militar ruso, que ve una ventaja inherente en la ambigüedad derivada de combinar a civiles y soldados, se refiere a este fenómeno como la “guerra de la nueva generación”.
  • De manera inaudita, las autoridades rusas expusieron públicamente una conferencia presentada por el Jefe del Estado Mayor Valery Gerasimov en la Academia Rusa de Ciencias Militares en enero de 2013. Ahora conocida en el mundo militar como la “doctrina Gerasimov”, la conferencia articuló un modus operandi que los rusos han empleado durante algún tiempo, tal como se hizo evidente en las recientes campañas en Georgia (2008), Crimea y Ucrania. Tales campañas hicieron uso deliberado y efectivo a la combinación de fuerza militar y actividades civiles. En los combates en Georgia, por ejemplo, las fuerzas blindadas pudieron ingresar al norte del país gracias a los esfuerzos de los civiles georgianos y abjasios de origen ruso quienes, en una maniobra preparatoria, tomaron los túneles y puentes de la autopista que conduce a la capital, Tbilisi.

En este contexto, las imágenes que llegan del enfrentamiento a lo largo de la cerca en Gaza no deben interpretarse como unidades de las FDI que reprimen las protestas civiles sino como fuerzas de las FDI que protegen las guarderías y a los civiles de los kibbutzim Nahal Oz y Kerem Shalom, que se encuentran aproximadamente a 200 metros de la cerca y se ven amenazados por una organización terrorista aparentemente de carácter civil.

Esta base teórica re-examinada ayudará a refutar, desde una nueva perspectiva, las falsas acusaciones dirigidas hacia los soldados de las FDI. Esto explicará, por ejemplo, la amenaza potencial que representa para los civiles israelíes en las comunidades fronterizas los aparentemente violentos manifestantes desarmados y el cómo esta amenaza justifica las reglas de compromiso. Esto explicará el por qué no existe alternativa al uso del fuego de francotiradores y por qué las armas no letales y los medios comunes de dispersar las manifestaciones civiles no son aplicables a las circunstancias de esta amenaza.

Adaptando la estructura organizacional al cambio. Un nuevo desafío requiere de una reevaluación de la compatibilidad a la estructura organizacional con la realidad cambiante. Israel realizó tal re-evaluación cuando se preparó para la retirada unilateral de Gaza en el verano, 2005. Junto a las unidades organizativas y los sistemas de comando combinados para las FDI y los cuerpos policiales de Israel, se establecieron administraciones específicas para cada tarea en los ministerios del gobierno para abordar así la amplia gama de temas más allá de los esfuerzos militares. Del mismo modo, la continua campaña a lo largo de la cerca en Gaza exige una respuesta organizacional especial a nivel nacional.

Mientras la responsabilidad del Jefe del Estado Mayor y del comandante del Área Sur es clara y es cumplida a cabalidad, el enfoque organizacional debe adaptarse a las demandas del campo psicológico, con todos sus aspectos legales, diplomáticos y de diplomacia pública. La Unidad del Vocero de las FDI, la Cancillería y los aparatos de diplomacia pública en la Oficina del Primer Ministro pueden, por supuesto, conservar la responsabilidad del dominio de la percepción. Sin embargo, a medida que el desafío se intensifica, se requiere de una nueva organización especial que movilice toda la gama de capacidades de Israel para poder así realizar un esfuerzo a nivel nacional.

Planificar y administrar el esfuerzo de acuerdo a un objetivo estratégico. Una operación de tal alcance requiere de una sintonización muy precisa y deliberada con un propósito estratégico, cuya idoneidad debe ser reevaluada constantemente a medida que la campaña se desarrolla. Esto también requerirá de un nuevo plan para aliviar la angustia humanitaria en la Franja de Gaza, así como también un nuevo enfoque político, uno que ve a Gaza como un estado de facto y que prospera, de acuerdo a los intereses israelíes, para de esta manera reforzar su condición de entidad política independiente que esté separada de la Autoridad Palestina en Ramala.

Según mi entender, los preparativos a nivel nacional al esfuerzo estratégico requerido, en las cuatro áreas anteriores, aún no han sido llevados a cabo. Ante el nuevo desafío planteado por Hamás, que probablemente se intensificará en las próximas semanas, uno no puede exagerar la urgencia de tales preparativos.

 

 

El Mayor General (ret.) Gershon Hacohen es compañero investigador en el Centro de Estudios Estratégicos Begin-Sadat. Sirvió en el ejército israelí durante 42 años. Comandó tropas en batallas con Egipto y Siria. Anteriormente fue comandante de batallón y comandante de las Instituciones Educativas Armadas de las FDI.

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