Un nuevo año presupuestario (2019) comienza para los Estados Unidos en octubre, 2018 y con este el programa de ayuda multianual a Israel para los años 2019-2028, la cual asciende a $38 billones (38.000 millones de dólares en diez años – 3.800 años por año). De esta cantidad, $33 billones provienen del programa de ayuda exterior del Departamento de Estado y $5 billones del Departamento de Defensa, para así financiar los proyectos de defensa conjuntos antimisiles (esto no fue incluido en el anterior programa de ayuda multianual). Sin embargo, los términos del nuevo programa de ayuda son más estrictos: Israel acepta que la ayuda no está siendo destinada para comprar combustibles y su capacidad de utilizar la ayuda para comprarle directamente a las industrias de defensa israelíes, convirtiendo parte de la ayuda de dólares a shekels, disminuirá gradualmente a cero para cuando se acerque el final de los 10 años. Esto representa un gran desafío para Israel que debe retener sus capacidades de investigación y desarrollo, y la fortaleza de sus industrias de defensa, que actualmente dependen de las compras de las FDI en moneda israelí, convertidas de la ayuda en dólares.
La ayuda estadounidense ha sido un elemento importante en el poderío militar de Israel en los últimos 45 años (principalmente desde el comienzo de la Guerra de Yom Kippur). Es la fuente de financiación y suministro de algunos de los armamentos más avanzados del mundo para las FDI. La ayuda actualmente constituye casi un 5to del presupuesto de defensa bruto de Israel y aproximadamente un 1% del producto. La ayuda es otorgada a través de un acuerdo a largo plazo durante más de una década, permitiéndole a las FDI realizar planes de adquisiciones a largo plazo y también contribuye significativamente a las industrias de defensa de Israel.
En junio de 2018 el Comité de Asignaciones Presupuestarias de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó el ítem de ayuda externa en el presupuesto estadounidense para el año fiscal 2019, que comienza en octubre de 2018. Este es el primer año del nuevo programa de ayuda de Israel para la década 2019-2028, basado en el Memorando de Entendimiento (MDE) que Israel firmó con el gobierno de Obama en septiembre de 2016. Este ordena una ayuda de $38 billones en 10 años, de los cuales $33 billones provienen del presupuesto del Departamento de Estado estadounidense (Financiamiento Militar Extranjero – FME) y $5 billones, para financiar proyectos conjuntos, provienen del presupuesto del Departamento de Defensa. El programa para los años 2019-2028 es el tercer programa de 10 años, precedido por programas para los años 2009-2018 y 1999-2008.
Datos y significado presupuestario
La ayuda en defensa del presupuesto del Departamento de Estado estadounidense ha aumentado de $30 billones durante una década en el programa anterior a $33 billones ($3,3 billones cada año). En otras palabras, el paquete de ayuda externa se ha incrementado nominalmente en $3 billones (excluyendo la participación en proyectos conjuntos, que hasta hoy fueron asignados por separado). Es dudoso que este aumento compense el aumento del índice de precios en la próxima década, de modo que en términos reales el nuevo programa no es mayor que el anterior.
Por primera vez, el MDE incluyó un marco estructural entre Israel y el Departamento de Estado estadounidense para poder así financiar proyectos conjuntos. En este marco, se destinarán $5 billones ($500 millones anuales) del presupuesto de defensa estadounidense para el financiamiento de programas conjuntos de defensa antimisiles estadounidense-israelí (Israel se compromete a invertir una cantidad paralela en los proyectos). Si bien el alcance de esta ayuda es ligeramente menor que la financiación otorgada anualmente en los últimos años, la financiación asignada para proyectos conjuntos como parte del paquete de ayuda multianual mejora la capacidad de planificación de Israel a largo plazo y le permite al Ministerio de Defensa planificar adquisiciones a largo y mediano plazo en este campo. Además, este acuerdo reducirá considerablemente los esfuerzos realizados por el Ministerio de Defensa para obtener fondos a dicho fin cada año.
Israel entiende de este acuerdo que no podrá utilizar el dinero de la ayuda para comprar combustibles de los Estados Unidos (particularmente el combustible utilizado en la aviación) ya en el 2019. Estas compras generalmente ascienden a unos $300-400 millones por año. La parte de la ayuda que Israel puede utilizar para comprar plataformas extraterritoriales mediante la conversión de dólares a shekels para compras en industrias locales disminuirá gradualmente de $815 billones en el 2019 a $450 billones en el 2025 y a cero en el 2028. Como resultado, se espera que las FDI compren más de las industrias de seguridad estadounidenses y de las operaciones de las industrias israelíes en los Estados Unidos y menos de las fábricas en Israel. Esto se transforma en un aumento significativo en el costo de adquisición, ya que las compras de las FDI de las industrias locales son consideradas más baratas que las de los Estados Unidos para el mismo tipo de productos. Para los planificadores del presupuesto de defensa israelí, estos estimados representan términos de ayuda considerablemente más difíciles. En total, este es un cambio en los términos de la ayuda de $1.2 billones al año (2028 comparado con el 2018). Además, el MDE refuerza el control que tienen los Estados Unidos sobre el cómo se utiliza la ayuda.
Importancia estratégica
El plan refleja el compromiso continuo de la administración estadounidense en mantener la ventaja militar cualitativa de Israel (VQE). Este concepto fue definido por el Congreso en el 2008 de la siguiente manera: “La capacidad [de Israel] para contrarrestar y derrotar cualquier amenaza militar convencional creíble de cualquier estado individual o posible coalición de estados o de agentes no-estatales, mientras se mantienen en mínimos los daños y las bajas, a través del uso de medios militares superiores, poseídos en cantidades suficientes, que incluyen armas, comandar, control, comunicación, servicios de inteligencia, vigilancia y reconocimiento que en sus características técnicas son superiores en capacidad a aquellas de tales otros individuos o posible coalición de estados o agentes no-estatales”.
Aunque el cambio en la combinación de ayuda ciertamente crea dificultades para los Ministerios de Defensa y de Finanzas de Israel, estos parecen aceptarse con mucho entendimiento, ante la buena situación económica de Israel en los últimos años y la necesidad por parte de la administración estadounidense de darle prioridad a las industrias armamentistas estadounidenses. Aunque existen algunos que piden cambiar los términos de la ayuda respecto a la conversión de la moneda, la consigna política del Presidente Trump de “Estados Unidos Primero” no es compatible con esto. Además, en el memorando de entendimiento con la administración Obama, Israel se vio obligado a comprometerse a no solicitar ayuda adicional durante el período, a menos que la solicitud esté justificada por un evento de seguridad.
La reducción en la conversión de dólares a shekels pudiera tener un efecto negativo en las industrias de seguridad en Israel, ya que las FDI tendrán que reducir las cantidades que les compra. Estas industrias contribuyen estratégicamente en todas las áreas de seguridad de Israel: disminuyen su dependencia a fuentes externas de armamentos, le otorgan más libertad para utilizar diferentes tipos de armas fabricadas en Israel, obtienen la capacidad de desarrollar sistemas que se adaptan mejor a las necesidades especiales de las FDI, son centros de conocimiento tecnológico y contribuyen significativamente con el empleo, el PIB, las exportaciones y dentro del área de las relaciones exteriores. A menos que las industrias de seguridad hagan preparativos adecuados, esto pudiera muy bien tener un efecto adverso significativo en la independencia de Israel en el área de tecnología militar. Por lo tanto, el principal desafío que plantea el nuevo programa es retener una ventaja cualitativa de las industrias de seguridad, principalmente a través del apoyo a las investigaciones y desarrollos y al importante crecimiento de las exportaciones en el campo de la seguridad en los próximos 5 años.
Fijar el presupuesto al programa antimisiles durante 10 años es un paso muy importante para el desarrollo a largo plazo y para los planes de equipamiento en los sistemas de interceptación de misiles y de cohetes y la promoción de nuevas generaciones en el área de defensa.
En conclusión, el programa de ayuda de los Estados Unidos para los años 2019-2028 es generoso y satisface las necesidades de Israel. Los desafíos que plantea el programa para Israel son:
- La planificación y utilización adecuadas del marco a la ayuda y a las adquisiciones para maximizar las capacidades de las FDI, particularmente en vista de la modificación en la combinación de ayuda (más dólares y menos shekels).
- Evitar daños significativos a la independencia que posee la tecnología militar de Israel a través de preparaciones adecuadas en las industrias de defensa y del Ministerio de Defensa junto al reconociendo del hecho que la capacidad de convertir la ayuda de dólares a shekels finalizará en el 2028.