RESUMEN: Miembros árabes del parlamento israelí, ONG de izquierda y dirigentes beduinos locales han decidido resistirse a los intentos estatales de regular los cientos de asentamientos beduinos ilegales en el Neguev. Esta acción será difícil de contrarrestar, ya que radicales nacionalistas árabes y el Movimiento Islámico se están infiltrando y co-optan el conflicto beduino como una herramienta en contra del estado. Israel debería continuar haciendo cumplir las leyes y negociar con las familias beduinas mientras mantiene una posición realista sobre los objetivos a largo plazo del esfuerzo. El no hacerlo conducirá el Neguev a la anarquía.
Un reciente recrudecimiento de las tensiones entre el gobierno israelí y el Neguev beduino terminó en dos fallecidos. Esto o disuadirá a la resistencia árabe o hará que el estado se abstenga de regular los asentamientos beduinos ilegales.
La Corte Suprema aprobó el plan estatal de demoler la no reconocida aldea de Umm El-Hiram, justo al este de Hura. Umm El-Hiram es un pequeño e improvisado conjunto de viviendas rudimentarias con calles polvorientas de tierra y repletas de baches que sirven de caminos. La demolición debía realizarse en etapas. El 18 de enero del 2017 las fuerzas israelíes llegaron para comenzar la primera etapa de desmantelamiento del pueblo.
Un beduino local, sobre el que reportaron ser miembro de la filial sur del Movimiento Islámico y con posibles vínculos al Estado Islámico (EI), atropelló al Sargento Mayor Erez Levi, de 34 años, en lo que las autoridades israelíes llamaron inicialmente un ataque de arrollamiento. La policía disparó contra el beduino, siendo que los otros beduinos y árabes afirman fue asesinado por error, ya que no pretendía atropellar al policía. A finales de febrero, el Ministro de Seguridad Pública Guilad Erdan parecía ablandar la postura del gobierno, diciendo que se presentaría una disculpa si la investigación revelara que no fue un ataque terrorista.
Miembros árabes del Knesset, ONG de izquierda y el liderazgo beduino local han decidido resistir a las medidas tomadas por el estado con el fin de regular los cientos de asentamientos ilegales beduinos en el Neguev. El jefe de la Lista Conjunta Árabe, el parlamentario del Knesset Ayman Odeh publicó un artículo en El Times de Nueva York el 13 de febrero titulado “Israel Atropella a la Democracia”. En este, afirmó que sólo existen 35 aldeas no reconocidas, cuando en realidad hay muchas más. Odeh, al igual que algunas ONG, proponen que el estado reconozca todos los asentamientos ilegales.
En el 2013, el estado abandonó el proyecto de ley Beguin-Prawer, la cual buscó una solución de compromiso que incluía el reconocimiento de la mayoría de los asentamientos beduinos ilegales. La estrategia del gobierno desde ese entonces ha sido negociar familia por familia a fin de alentar a los beduinos a trasladarse a las ciudades legales existentes.
Según el informe de mayo, 2016 del contralor del estado, un tercio de los aproximadamente 200.000 beduinos viven en asentamientos ilegales. El problema empeorara ya que la población es una de los que más rápido crece en el mundo: esta se duplica cada 15 años.
El 12 de febrero, el estado anunció su último intento de integrar a la población beduina – un plan a cinco años a un costo de 3 billones de NIS para desarrollar el sector beduino.
La cultura nómada de los beduinos ha sido de rebeldía contra las autoridades y la soberanía del estado e Israel no es la excepción. Israel está tratando de llevar a cabo lo que pudiese ser una tarea demasiado ambiciosa de ingeniería social al invertir grandes recursos en modernizar a los beduinos. Una cosa es hacer cumplir la ley y reubicar a los beduinos en los asentamientos reconocidos y otra muy distinta hacer que funcione en términos de alterar su cultura tribal y patriarcal y de integrarlos en la sociedad israelí.
El objetivo es conseguir que los beduinos vivan en ciudades de alta densidad tal como hacen los judíos en Petaj Tikva, con apartamentos de 100 metros, servicios funcionales citadinos, transporte y respeto a las leyes. Los beduinos locales le dijeron a este autor que va en contra de su cultura el convivir en pequeños apartamentos y sin extensiones de tierra.
Clifford Geertz, el antropólogo norteamericano, escribe en La Interpretación of Culturas: Ensayos Seleccionados: “Para entretener la idea de que la diversidad de costumbres a través del tiempo y el espacio no es mera cuestión de vestimenta y apariencia, de escenarios y mascaras cómicas, es entretener también la idea que la humanidad es tan diversa en su esencia como lo es en su expresión”.
En otras palabras, existen verdaderas diferencias culturales a la que Israel está tratando de conectar a través de proyectos de desarrollo. Los límites de Israel sobre los objetivos de integración deben abordarse de manera realista. Desafortunadamente, Israel parece estar cayendo en una trampa de la que Geertz habló acerca de la manipulación de estadísticas estatales y el anuncio de nuevos presupuestos para demostrar que sus planes de desarrollo están funcionando.
“Luego, también está el problema estrechamente relacionado a lo que, en conexión con el hecho extraño que según el censo de 1941 en India había 25 millones de individuos tribales, pero en el censo de 1951 sólo 1,7 millones, Weiner lo llamó acertadamente ‘genocidio por redefinición de censo'”, escribió Geertz.
Amijai Yogev, director sureño de la ONG Regavim, que monitorea muy de cerca la edificación ilegal beduina y se describe a sí mismo como el “buscador” para hacer cumplir el estado de derecho, ofrece una visión diferente. Este le dijo a este autor que el modo de vida beduino ya se está modernizando a medida que estos se van mudando de las tiendas de campaña a hogares – y el estado de hecho, no erra en hacer este esfuerzo. Este reconoció las dificultades culturales, pero dice que si el estado logra reubicar a los beduinos en ciudades legales, “la situación sería mucho mejor de lo que es ahora y especialmente por la calidad de vida de los propios beduinos… El estado de Israel no posee suficiente tierra para permitir que los beduinos vaguen y se establezcan donde quieran”. Regavim estima que existen más asentamientos beduinos ilegales en el Neguev hoy que los 1700 reconocidos por el gobierno.
¿Tendrá éxito la reubicación de los beduinos en las ciudades modernas en la medida prevista por los políticos gobernantes del país? Este objetivo será obstaculizado por los radicales nacionalistas árabes y los esfuerzos del Movimiento Islámico en infiltrarse y co-optar el conflicto beduino como una herramienta en contra del estado. Para ellos, el tema beduino es sólo otro frente en la lucha entre Israel y los palestinos.
Sin embargo, a pesar de las infiltraciones radicales, no debería ser demasiado difícil para el estado negociar con los generalmente pragmáticos y no ideológicos beduinos. Estos no se han identificado tradicionalmente como ardientes palestinos nacionalistas o islamistas.
Yair Maayan, jefe de la Autoridad de Desarrollo y Establecimiento Beduino en el Neguev le dijo a este autor: “El estado no renunciara a este tema y está duplicando el número de inspectores”. Maayan siente optimismo que el gobierno podrá evacuar todos los asentamientos ilegales para persuadir a los beduinos para que se muden a las ciudades modernas legales dentro de un lapso de seis a ocho años.
El pensamiento es que el ejemplo de Umm El-Hiram asustará a los beduinos en comprometerse y entablar acuerdos con el estado. La noche antes de la evacuación, el liderazgo beduino rechazó ofertas de complots de tierra sin costo alguno en la vecina Hura y una generosa compensación en efectivo.
Mientras el gobierno cree que será capaz de hacer cumplir las leyes, los objetivos políticos de Israel para el Neguev necesitan de un pensamiento mucho más profundo. ¿Está dispuesto el estado a continuar evacuando los asentamientos ilegales uno a uno, sirviendo cada uno para incitar las posturas de los beduinos y sus partidarios políticos e internacionales árabes? Más allá de ser reubicados, ¿cuál es el objetivo de integrar a los beduinos en la sociedad? Los programas de integración no han tenido gran éxito con la población musulmana árabe general, que continúa identificándose principalmente como palestina o musulmán en lugar de israelí.
Yogev predice que el éxito de la política de reasentamientos por parte de Israel será mayor si los beduinos rechazan la interferencia de los árabes del norte. “El Partido Balad y el Movimiento Islámico no se preocupan realmente por el bienestar de los beduinos, sino que están secuestrando el conflicto para sus propios intereses políticos”, dijo. Este señaló que otros pequeños asentamientos fueron evacuados sin demasiada fanfarria, porque los políticos árabes no tomaron ninguna postura pública de la manera en que lo hicieron en Umm El-Hiram.
La resistencia violenta que ocurrió en Umm El-Hiram pudiera ser un ejemplo de lo que está por venir, pero Israel no tiene que ceder ante el temor. Debería continuar haciendo cumplir las leyes y negociar con las familias beduinas y aun así seguir siendo realista sobre el éxito a largo plazo y los objetivos idealistas de la tarea. Si no lo hace, dejará el Neguev a la anarquía.
Ariel Ben Solomon es escritor independiente sobre temas del Medio Oriente y candidato a doctorado en estudios del Medio Oriente en la Universidad Bar-Ilan. Es ex-corresponsal del Medio Oriente en el diario Jerusalem Post.