El fallecido Presidente israelí Shimón Peres nunca renunció a la paz, incluso durante los últimos años de su vida, cuando desarrolló una iniciativa para una solución de dos estados.
El ex-Presidente israelí Shimon Peres falleció hace un año, el 28 de septiembre del 2016. Sus amigos testifican que en sus últimos años de vida a Peres se le veía preocupado pero a la vez optimista.
Inquieto, ya que estaba preocupado por Israel. Su preocupación mayor era especialmente con el establecimiento del actual gobierno de Netanyahu, con su política de expansión de asentamientos y el ataque de la derecha contra las instituciones democráticas israelíes. Estos factores, según él, le generaron a Israel un aislamiento internacional sin precedentes. Este había perdido confianza en las intenciones del Primer Ministro Binyamín Netanyahu respecto a una solución de dos estados.
Optimista, porque Peres creía en la fortaleza y el ingenio de la próxima generación de israelíes para de esta manera traer de vuelta a Israel al camino de la paz y la democracia basados en su declaración de independencia de 1948.
Peres fue de hecho, un optimista decidido, maravillado por el nacimiento de Israel, el renacimiento de la nación judía y el desarrollo de su poder de disuasión, del cual era arquitecto. Este estaba convencido de que Israel era lo suficientemente fuerte como para hacer las concesiones necesarias para lograr así la paz con los países árabes y llegar a un acuerdo sobre una solución de dos estados con los palestinos.
Peres pensó que Israel, en su dramático proceso de edificación de la nación, había logrado todo lo que sus fundadores se propusieron lograr: un ejército moderno, una economía floreciente basada en tecnología, la integración de los judíos de la diáspora inmigrante a la sociedad israelí y el renacimiento de la lengua hebrea. Todos estos objetivos fueron logrados, excepto por la paz, la cual para Peres, era necesaria para sostener y construir de esta manera los logros de Israel. La clave para la paz, en su mente, era compartir la tierra entre el Mediterráneo y el Río Jordán entre dos estados, Israel y Palestina. Peres se dedicó a si mismo plenamente a ese objetivo en los últimos 25 años de su vida.
Este estaba convencido que Israel era lo suficientemente fuerte como para hacer las concesiones necesarias para así… alcanzar un acuerdo sobre una solución de dos estados con los palestinos.
Tras el fracaso de la misión de paz del Secretario de Estado John Kerry en el 2014, Peres comenzó a trabajar febrilmente en su propia fórmula para una solución de dos estados. En los últimos dos años de su vida compartió conmigo las conversaciones personales que mantuvo con el ex-Presidente estadounidense Barack Obama y el Presidente palestino Mahmoud Abbas, sobre sus puntos de vista a una solución de dos estados. Este compartió algunos de estos puntos de vista también con el Primer Ministro Netanyahu, quien era naturalmente menos entusiasta sobre estos.
Incluso antes de la misión de Kerry, durante el 2013, Peres mantuvo conversaciones con la corte saudita sobre la solución de dos estados. En el marco de este diálogo, Peres aceptó en principio la Iniciativa de Paz Árabe del 2002 como base para unas futuras negociaciones. Sin embargo, Peres también deseaba una iniciativa israelí. Este creía que Israel tenía que iniciar el proceso de paz, ya que era el lado más fuerte. Israel también tuvo influencias, a su manera de ver, para convencer a la parte árabe de llegar a un acuerdo sobre esto, a pesar de la violenta oposición por ambas partes.
La iniciativa desarrollada por Peres se basó en varios principios.
El primer principio era que el marco de las negociaciones sería la fórmula del P5+1, utilizada en las negociaciones de las potencias mundiales con Irán, por ejemplo. Este quería que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania asistieran a las negociaciones palestino-israelíes y las negociaciones regionales sobre cooperación económica y anti-terrorismo.
El segundo principio era que el futuro estado palestino tendría el tamaño preciso del territorio de Cisjordania y la Franja de Gaza, con permisos de tierras mutuamente acordados que entregarían los diferentes bloques de asentamientos de Cisjordania en la zona de Jerusalén a Israel. Eso representaría el 80% de los colonos y los otros colonos serían trasladados a estos bloques.
Otro principio fue el tema de la capital. Este imaginó una capital palestina en un barrio de Jerusalén Oriental, con soberanía palestina sobre los lugares musulmanes en Jerusalén Oriental. Israel mantendría su soberanía en el barrio judío de la Antigua Ciudad y el Muro Occidental.
Luego tenía presente el aspecto de seguridad. Este creía que los arreglos en el área de seguridad debían tener como base el plan de seguridad del General John Allen presentado a Israel en el 2014. Este plan ofrecía un control de inteligencia de la más alta tecnología y una presencia militar israelí temporal a lo largo del Río Jordán (sin anexarse el Valle del Jordán). Paralelamente, Peres previó la cooperación anti-terrorista conjunta palestino-israelí-jordana a lo largo del Río Jordán.
La Franja de Gaza, de acuerdo al plan, se convertiría en parte de un estado palestino luego de desarmar a Hamás.
Peres se opuso al derecho de retornar (refugiados) de los palestinos hacia la tierra soberana de Israel. Este desvió tal retorno al nuevo estado palestino, acompañado por una compensación internacional.
Otros componentes importantes del plan incluyeron las relaciones diplomáticas y las relaciones inter-personales. Peres creía que la sostenibilidad de la paz israelí-palestina dependería de las relaciones y la cooperación entre las dos sociedades. Por lo tanto, planificó empresas conjuntas en zonas turísticas y comerciales a lo largo de las nuevas fronteras y del Mar Muerto; empresas tecnológicas conjuntas con empresas y ministerios palestinos; y la interconectividad entre los jóvenes de ambas partes, principalmente a través de los deportes, Internet y la educación en la red.
Este concluyó su plan con el principio de dos embajadas, una israelí y otra palestina establecidas en Jerusalén.
Peres condicionó una paz israelí-palestina sobre la gradual normalización de relaciones así como también en la cooperación regional entre Israel y la mayoría de los países árabes. El itinerario para las negociaciones abarcaría tres años (con un marco de acuerdo después del primer año) y otros tres años para su implementación. Este estaba convencido de que tal iniciativa israelí era realista y encontraría socios palestinos y árabes, así como también pleno apoyo internacional.
Peres creía que tal solución, que ponía fin tanto a la ocupación israelí de los palestinos como el rechazo árabe hacia Israel, era el único camino para garantizar la identidad de Israel como una democracia judía, su seguridad a largo plazo y su lugar entre las naciones. Al igual que su mentor, el primero de los primeros ministros israelíes David Ben-Gurion, este gran hombre creyó que para Israel, su base moral también era la base de su poderío futuro.
Uri Savir ha pasado su vida profesional trabajando en las estrategias de pacificación en Israel. En 1996, estableció el Centro Peres para la Paz y actualmente es presidente honorario del centro. En el 2011 Savir fundó el movimiento de paz en la red Jóvenes Lideres YaLa. Su cuenta Twitter es: @Uri_Savir