Irán es el ente dominante en Siria. Este dicta la lucha de la coalición pro-Assad en el terreno, controla los cruces fronterizos entre Siria e Irak y Siria y el Líbano y adapta la reorganización de las áreas y las comunidades en función a un elemento étnico. Irán ejerce demasiada y a menudo decisiva influencia al ritmo de la lucha, en consulta con Rusia y Assad. Un enfoque multinivel que incluye el control del eje central sirio, la cercanía territorial y los ejes logísticos y comerciales es utilizado por diferentes grupos militares y milicias que comprenden una fuerza poderosa de combate iraní. Israel, que goza de supremacía dentro del campo de los servicios de inteligencia en Siria, ignora actualmente la presencia de los proxy-estados de Irán y las otras fuerzas bajo comando iraní al sur de Siria. Aparentemente Israel cree que estas fuerzas no constituyen una amenaza inminente, al menos en un futuro cercano y se enfoca en evitar la consolidación de capacidades militares sustanciales iraníes en Siria, es decir, los misiles, cohetes, vehículos aéreos no tripulados, sistemas de defensa aérea y armas avanzadas. Parece ser que en esta etapa, Israel confía en Rusia y en el régimen de Assad en que mantengan a las fuerzas de Irán y a sus proxy-estados lejos de la frontera. Sin embargo, es altamente cuestionable si Rusia y Assad poseen la voluntad o la capacidad para deshacerse de la presencia iraní dentro de territorio sirio, especialmente ante la integración de los comandantes iraníes y los combatientes chiitas a las fuerzas locales.
La participación militar iraní en Siria, que comenzó en el 2012, fue diseñada para salvar al régimen de Assad y consolidar la influencia de larga data por Irán en el país. El discurso en las redes sociales es una herramienta importante para entender el método operacional de Irán en Siria, sus fuerzas y representantes estacionados en el país y el crecimiento de su influencia allí. Este artículo se basa en el discurso y evalúo de los activistas y líderes sirios de la opinión pública (principalmente sunitas) en las redes sociales, verificados por documentos, imágenes, evidencias en el campo e interpretaciones de expertos. Todo esto arroja luz sobre el “modelo iraní” en Siria, que depende de la acumulación de una gama de fuerzas sujetas a la autoridad iraní y que sirven a sus intereses en la región. En cooperación con el régimen de Assad, la intervención de Irán es mantenida a bajo perfil, ya que despliega soldados obedientes a la autoridad iraní dentro del ejército sirio, dentro de las unidades de defensa y las milicias que presumiblemente combaten por el régimen.
Comúnmente se cree que desde que Irán y Hezbollah se unieron a la guerra civil en Siria hasta el presente día, es decir, la liberación del sur de Siria de los rebeldes en julio, 2018 Irán y no Rusia ha sido el ente dominante en Siria. Irán dicta los combates en el terreno que realiza la coalición pro-Assad, controla los cruces fronterizos entre Siria e Irak y Siria y el Líbano y adapta la reorganización de las áreas y las comunidades en función al elemento étnico. Irán ejerce muy a menudo una decisiva influencia sobre el ritmo de la lucha, en constante consulta con Rusia y Assad.
El esquema operativo de la coalición pro-Assad, que comprende a Rusia, Irán y sus proxy-estados, es el siguiente: los primeros asesores iraníes observan el lugar y evalúan la viabilidad operacional y las perspectivas de una conquista exitosa. Luego se reúnen con los oficiales de enlace rusos para coordinar la operación terrestre y aérea; las fuerzas de combate militares son enviadas a la campaña: las fuerzas del ejército sirio y las milicias chiitas bajo comando iraní. El área designada para la liberación de los rebeldes está rodeada y sitiada. La operación comienza con un aplastante bombardeo aéreo por parte de las unidades aéreas rusas y la fuerza aérea siria, combinado con fuego de artillería pesada. Una vez que las fortalezas de los rebeldes se han debilitado, las fuerzas terrestres penetran y liberan el área. Al mismo tiempo, los oficiales rusos llevan a cabo negociaciones con los rebeldes para lograr un acuerdo de rendición.
El enfoque de los ejes
Según el enfoque iraní, se necesitan varios ejes para preservar al régimen de Assad, que junto al control geográfico y el control de comando en Siria es un instrumento clave de la influencia iraní y una fase importante hacia el control de la media luna chiita junto a la creación de un corredor terrestre que conecta Irán al mar Mediterráneo.
- La “columna vertebral” siria: Eje de las principales ciudades del centro y norte del país, hogar de la mayoría de la población y de los centros gubernamentales y económicos. Una condición esencial para la victoria en la guerra es mantener el control de la “columna vertebral” desde Daraa al sur a través de la ciudad capital de Damasco y continuando dentro del eje central que conduce hacia el norte a Homs, Hama y Alepo, y al oeste de Latakia.
- Contigüidad territorial: Irán se está apoderando gradualmente de varias áreas importantes a fin de crear una presencia territorial contigua entre Irán y el Mediterráneo, primero apuntando a la parte más fácil y luego a las partes más difíciles: la frontera sirio-libanesa, seguida por los alrededores de Damasco, la frontera sirio-iraquí, los ejes estratégicas este a oeste y ahora también el sur de Siria. En la próxima etapa, las fuerzas serán liberadas para tomar otras dos regiones desafiantes al noreste de Siria: la zona kurda, respaldada por la coalición occidental dirigida por los Estados Unidos, es esencial para Irán, porque controla la frontera sirio-iraquí y la provincia de Idlib, el último bastión de los rebeldes sunitas, el cual se encuentra protegido por Turquía. Obtener el control de estas áreas es muy difícil en esta etapa y por lo tanto, se ha visto pospuesto a etapas posteriores de la guerra civil.
- Logística: el principal corredor de suministro de Irán hacia Siria a través de Irak y de allí al Líbano (por tierra y por aire). Este eje (que en un discurso en agosto, 2017 Hassan Nasrallah llamó “el camino de la liberación”) es esencial al desarrollo de las capacidades de Irán en Siria y su capacidad para enviar fuerzas, armas y apoyo logístico a sus proxy-estados.
- El eje comercial y de canje se reabrirá luego de haber estado cerrado totalmente en los últimos años. Pasará a lo largo de la “columna” desde el norte hasta el sur de Siria a lo largo y ancho de la carretera internacional M5 desde Turquía a Jordania y los estados del Golfo a través de Siria. Este eje ayudará a la reconstrucción económica de Siria y liberará a Irán de una parte de su carga económica.
Estructura del poderío iraní
El discurso en la red también revela una estructura de fuerzas multicapas en Siria marcada por una creciente influencia iraní.
- Las fuerzas Quds pertenecientes al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria iraní (CGRI) es una fuerza iraní orgánica responsable de Siria; las otras fuerzas operan por debajo de ello. Su orden de batalla y despliegue han cambiado durante la guerra de acuerdo a las necesidades operativas, que varían de 2.000 a 5.000 soldados. La fuerza incluye a comandantes y consultores que operan junto a otras fuerzas en la coalición pro-Assad: el ejército sirio, las milicias sirias y las milicias chiitas. Las fuerzas Quds fueron reforzadas en el segundo año de la guerra civil cuando hubo gran preocupación por la supervivencia del régimen de Assad. En la primera etapa, la mayor parte de su misión fue defensiva, proteger al Presidente Assad, a sus partidarios y sus bastiones. Con el progreso de la lucha, la mayoría de sus misiones pasaron de la defensa a la ofensiva y ayuda en la liberación de las áreas tomadas por los rebeldes. La fuerza luego ayudó a abrir las rutas estratégicas y las arterias viales.
- Fuerzas de Defensa Nacional sirias: En los primeros años de la guerra civil, cuando el ejército sirio (el Ejército Árabe Sirio – EAS) bajo el control de Assad casi colapsó (debido a deserciones, falta de reclutamiento y grandes pérdidas), Irán decidió ayudar a Assad a establecer las Fuerzas de Defensa Nacional (FDN), milicias sirias con comando, entrenamiento, financiamiento y armamento iraní. Las fuerzas FDN son el equivalente sirio a las milicias chiitas iraquíes populares (Hashad Al-Shaabi) y Hezbollah en el Líbano. Según informes, las FDN han reclutado a unos 90.000 voluntarios sirios, con el objetivo de basar la mayor parte de la fuerza en alauitas y chiitas. Al mismo tiempo, también han reclutado a gente de otros sectores.
- Fuerzas de Defensa Locales (FDL): Unidades policiales, de seguridad y administración civil de las milicias locales que se cree suman hasta unos 50.000 hombres. Este organismo, dirigido por individuos leales al régimen, fue establecido por Irán en respuesta a la demanda de las comunidades locales leales al gobierno del régimen central en Damasco, en parte para detectar y eliminar a aquellos que cooperan con los rebeldes y los grupos de oposición. En Siria. Los comandantes iraníes o de Hezbollah están integrados en estas milicias.
- Milicias chiitas: las milicias chiitas de Afganistán (Fatemiyoun Liwa) y Pakistán (Brigada Zeinabiyoun) reclutadas y operadas por Irán. Se cree que estas milicias cuentan con alrededor de 10.000 a 15.000 soldados. Estos fueron designados para ser utilizados como fuerza de ataque principal en la liberación del territorio en manos de los rebeldes y luego fortalecer a las comunidades chiitas y alauitas en Siria y protegerlos de la venganza y las actividades hostiles de los diversos grupos militantes radicales sunitas. Irán, en coordinación con Assad, alienta a los soldados de estas milicias y sus familias a emigrar a Siria, donde estos se someten a un proceso de naturalización y absorción en preparación para permanecer en el lugar, incluso si se decide eliminar a las fuerzas extranjeras del país como parte de un acuerdo político. Los soldados y sus familias son asentados en barrios de oficiales abandonados por refugiados y desplazados sunitas. El propósito de esto es fortalecer la identidad chiita en Siria y junto a los reclutas chiitas y alauitas a las milicias LDF/NDF, consolidar a largo plazo la influencia iraní y fortalecer el apoyo interno al régimen de Assad.
- Fuerzas de intervención rápida chiitas: Irán a veces utiliza milicias chiitas iraquíes y del Líbano (unidades Radwan de Hezbollah, Asa’ib Ahl Al-Haq, Hezbollah Clavade, Harakat Hezbollah Al-Nujaba, Liwa’a Zulfiqar, Liwa Dhu Al-Fiqar, Liwa Abu Al-Fadhal Al-Abbas, Kawe Al-Jafiryah y otros) como fuerzas para realizar una intervención rápida en áreas de combate y así decidir la batalla cuando las fuerzas son inadecuadas para vencer la resistencia de los rebeldes. En el candor de la lucha, las fuerzas de intervención rápida eran de unos 30.000 soldados. En contraste con el intento de convertir a las milicias afganas y paquistaníes en ciudadanos sirios, las milicias iraquíes regresan a sus países de origen cuando sus misiones son cumplidas.
- Hezbollah: El Escudo de Damasco y Protector del Perímetro Correspondiente al Líbano. Hezbollah opera en Siria desde el 2012 con un orden de batalla que varía de 4.000 a 9.000 soldados (el número varía de acuerdo a los eventos de la guerra civil) junto a Assad y bajo liderazgo iraní. La primera misión de Hezbollah en Siria fue salvar al régimen de Assad y proteger estrechamente a Damasco. A finales del 2016, las fuerzas de Hezbollah tomaron parte en la batalla para liberar Alepo, la segunda ciudad más grande de Siria. Al mismo tiempo, Hezbollah se centró en la lucha para preservar sus logros en el área que limita con el Líbano, llamada la zona Q – Quneitra, Qalamoun y Al-Qusayr. El objetivo principal era expulsar a los rebeldes y la población sunita en áreas muy esenciales, para salvaguardar los caminos de acceso de Siria al Líbano, establecer una población amiga a lo largo y adyacente a la frontera sirio-libanesa y prevenir los ataques terroristas y de venganza por parte de los grupos yihadistas salafistas en el Líbano. El discurso en las redes sociales sugiere que los combatientes chiitas (excluyendo aquellos provenientes de Irak) aterrizan en el aeropuerto de Beirut y proceden hacia los campamentos de reclutamiento, de absorción y entrenamiento en el Líbano operados por Hezbollah. Una vez finalizado el período de entrenamiento, los reclutas vestidos con uniformes del ejército sirio son integrados a las fuerzas que luchan del lado del régimen de Assad.
- Mercenarios libaneses e iraquíes. Estos combatientes no son miembros de las muchas milicias chiitas, pero ayudan a combatir en áreas donde se necesita un apoyo logístico y operativo. Estos son financiados por Irán y, al igual que las milicias chiitas de Irak y Hezbollah, también retornan a sus países de origen cuando cumplen enteramente sus misiones.
Implicaciones para Israel
Irán esconde su control en Siria; este desea actuar e influir encubierto, mientras integra a las fuerzas bajo su mando en las milicias del país y bajo el marco gubernamental militar. Por lo tanto, es difícil establecer con precisión el número de fuerzas de los agentes estados iraníes en Siria. Según muchos informes en los medios de comunicación sirios, especialmente en los portales de oposición y las redes sociales, las fuerzas iraníes, Hezbollah y las milicias chiitas participan en los combates que tienen lugar al sur de Siria con uniformes del ejército sirio. Rusia está ciertamente consciente de que las milicias chiitas pro-iraníes no solo no se retiran del sur de Siria, sino que incluso se ven reforzadas en el lugar. Es de suponer que el proyecto iraní en Siria continuará y las fuerzas identificadas con Irán serán desplegadas cerca de la frontera en las Alturas del Golán bajo algún tipo de cobertura en un futuro cercano.
Israel, que goza de supremacía dentro de sus servicios de inteligencia en Siria, ignora actualmente la presencia de estos proxy-estados de Irán y las otras fuerzas comandadas por este al sur de Siria. Aparentemente Israel cree que estas fuerzas no constituyen una amenaza inminente, al menos en un futuro cercano y se enfoca en evitar que consolide capacidades militares iraníes sustanciales en Siria, es decir, misiles, cohetes, vehículos aéreos no tripulados, sistemas de defensa aérea y armamento avanzado. Parece ser que en esta etapa, Israel confía en Rusia y en el régimen de Assad para mantener a las fuerzas de Irán y a sus proxy-estados alejados de la frontera una vez que se percaten de que la creciente participación y penetración de Irán sobre las fuerzas sirias locales socava en efecto la soberanía del régimen. Sin embargo, es altamente cuestionable saber si Rusia y Assad tienen la voluntad o la capacidad para deshacerse de la presencia iraní dentro de territorio sirio, en especial ante la integración de los comandantes iraníes y los combatientes chiitas en las fuerzas locales. En este caso, Israel tendrá la opción de atacar a los agentes iraníes incluso después de que Assad complete su liberación de la parte siria de las Alturas del Golán.