RESUMEN: Los atroces atentados terroristas perpetrados por ISIS en Europa han conducido a cambios significativos en la mentalidad europea. Al exponer la vulnerabilidad de las fronteras estatales de la UE, estos han impulsado iniciativas rudimentarias a fin de asegurar esas fronteras y aumentar la cooperación antiterrorista entre los estados miembros de la UE, mientras aumenta la popularidad de los partidos de la extrema derecha. Los ataques han dado lugar a una discreta cooperación entre los estados miembros de la UE e Israel en lidiar con la amenaza terrorista, pero no han logrado que la UE cambie su crítica postura respecto a las medidas defensivas por parte de Israel contra el terrorismo palestino. El doble discurso moral de la UE sobre este tema pudiera socavar su propia lucha en contra del terrorismo islamista.
Los ataques terroristas perpetrados por ISIS en Francia, Bélgica, Alemania, Gran Bretaña y Suecia no sorprendieron a las autoridades de las agencias de seguridad de la UE. Estos a menudo han advertido de la amenaza en que al menos algunos de los miles de jóvenes musulmanes que salieron de Europa con el propósito de combatir por ISIS pudieran realizar acciones terroristas a su regreso. Estos también están conscientes de que una intervención militar contra ISIS aumenta el riesgo de ataques terroristas en suelo europeo. El torrente de refugiados sin control del Medio Oriente ha agudizado las advertencias emitidas por las autoridades de seguridad, así como también por los medios de comunicación. Los ataques terroristas han tenido repercusiones significativas y han tenido un impacto en las relaciones Israel-UE.
La ola terrorista ha producido cambios en la consciencia de muchos europeos. En el pasado, aunque se produjeron ataques terroristas ocasionales (tales como en Londres en julio, 2005) los europeos se sentían relativamente seguros tanto que no introdujeron medidas de seguridad básicas, tales como el revisar los bolsos y valijas en las estaciones de trenes. La reciente ola de ataques sin embargo, ha producido sentimientos de inseguridad. Los ciudadanos de los estados miembros de la UE son ahora menos hostiles a las medidas de seguridad que habían sido percibidas en el pasado como una violación de sus libertades civiles.
Los ataques pusieron de manifiesto la vulnerabilidad de las fronteras estatales de la UE resultantes del Acuerdo Schengen, que abrió las fronteras entre los estados miembros. En Bruselas y París, los autores de los ataques de noviembre, 2015 cruzaron las fronteras con toda impunidad. De hecho, la UE tomó una decisión importante en noviembre de 2015 al reforzar el control de sus fronteras exteriores con el fin de protegerles contra los contrabandistas de armas y de los inmigrantes ilegales. Esta aumentó la cooperación y coordinación entre los estados miembros de la UE, adoptando medidas tales como el Registro de Nombres de Pasajeros (RNP), no sólo para los viajes aéreos, sino también para los viajes por mar y tren, así como también para el alquiler de habitaciones en hoteles y de autos.
Además, las autoridades de los estados miembros de la UE adoptaron medidas como la de decretar el estado de excepción (en Francia) e incrementar las fuerzas de seguridad.
Otro paso importante fue el lanzamiento en enero, 2016 de un nuevo centro europeo de lucha contra el terrorismo, el CELCT, seguido a la decisión de noviembre de 2015 de los ministros de justicia y de relaciones interiores. El CELCT fue designado como un centro de información central mejorado a través del cual los estados miembros pueden incrementar el intercambio de información, fortalecer la coordinación operacional, rastrear el financiamiento del terrorismo y detectar el proceso de radicalización en la red.
En octubre, 2016 la UE también puso en marcha la Nueva Agencia Europea de Guardias Fronterizas y Guardia Costera (edificada sobre la UE – Frontex) con personal, medios y amplias regulaciones a fin de garantizar mejor las fronteras externas de Europa.
La creación del CELCT generó cierto escepticismo respecto a la capacidad de los estados miembros de la UE para implementar una cooperación efectiva contra el terrorismo. Los críticos citaron las diferencias en la cultura organizacional entre las diversas agencias de seguridad, así como también su tradicional renuencia a intercambiar valiosos datos operativos por temor a fugas. También señalaron el problema de las diferentes leyes relativas a las libertades civiles. Por ejemplo, las fuerzas de seguridad belgas admitieron el no haber podido capturar a Salah Abdeslam, uno de los principales responsables del ataque del Viernes Negro de París en noviembre de 2015 debido a una ley que prohíbe las incursiones en hogares privados de 9:00 pm a 5:00 am.
Otro impacto significativo de los ataques terroristas ha sido el aumento de la popularidad de los partidos de extrema derecha que dirigen campañas anti-musulmanas y anti-inmigrantes. Por ejemplo, Marine Le Pen, líder del partido Frente Nacional en Francia, fue elegida durante la primera vuelta como uno de los dos candidatos principales que compiten en las actuales elecciones presidenciales (ella se retiró de la presidencia del partido NF inmediatamente después de la primera vuelta, pero sigue siendo la líder del partido). Le Pen pide, entre otras cosas, la abolición del Acuerdo Schengen e incluso recomienda que Francia siga tras del ‘Brexit’ británico y se marche de la UE. Otros partidos de extrema derecha en Europa, tales como La Alternativa para Alemania (APA) y el Partido por la Libertad en los Países Bajos, han aprovechado los crecientes sentimientos anti-musulmanes y anti-inmigración a fin de aumentar su influencia. Los partidos de extrema derecha también han aumentado su representación en el parlamento de la UE, formando una facción unificada de 37 parlamentarios de siete estados miembros.
Los atentados terroristas en Europa han sido seguidos por llamados de las autoridades políticas, así como también de los medios de comunicación para aprender del modelo de lucha israelí contra el terrorismo. Estos han destacado la experiencia, los métodos y medios técnicos por parte de Israel en su continua lucha contra los terroristas islámicos radicales.
De hecho, existe una cooperación de defensa muy discreta entre Israel y los estados miembros de la UE en el área que trata con las amenazas terroristas, incluyendo la adquisición de innovaciones tecnológicas antiterroristas israelíes. Por ejemplo, Israel coopera con los estados miembros de la UE para asegurar sus aeropuertos. Varios estados de la UE han obtenido tecnologías de una empresa israelí que filtran rápidamente una gran cantidad de imágenes de cámaras, permitiendo a los investigadores centrarse en individuos y actividades sospechosas. Además, Europa está interesada en la experiencia israelí en el campo de la medicina y en los sistemas de emergencia civiles diseñados para lidiar con los ataques terroristas.
La UE también ha expresado su interés por las tecnologías cibernéticas israelíes que detectan comunicaciones en la red de terroristas organizados, así como también de terroristas potenciales al estilo “lobo solitario” que no poseen contactos organizacionales. Este último representa un desafío complejo, ya que las compañías en Internet a menudo se niegan a cooperar en el monitoreo y seguimiento del contenido de sus plataformas.
Las cosas que Europa puede aprender de Israel no se limitan a los conocimientos técnicos militares y tecnológicos en la lucha contra el terrorismo. Europa también puede aprender de la manera flexible con que los ciudadanos de Israel enfrentan al terrorismo, así como también de la experiencia de Israel en mantener los valores democráticos fundamentales a pesar de la incesante y caótica amenaza terrorista y la de un vecindario inestable.
La discreta cooperación en el área del contra-terrorismo desafortunadamente no ha alcanzado una posición más equilibrada por parte de los estados miembros de la UE respecto a las medidas de seguridad que Israel adopta para enfrentar el terrorismo y la incitación palestina. El doble discurso moral de la UE respecto a este tema pudiera socavar su propia lucha contra el terrorismo islamista.
La Dra. Tsilla Hershco, investigadora asociada del Centro de Estudios Estratégicos Begin-Sadat, se especializa en las relaciones franco-israelíes e israelíes-UE.