RESUMEN: El ataque a las instalaciones de armas químicas en Siria no tenía la intención de influir sobre el resultado de la guerra; este fue diseñado para prevenir el uso futuro de las armas químicas. Esto no salvará muchas vidas, ya que las bombas regulares pueden acabar con las vidas de mucha gente al igual que las armas químicas. Pero poner fin a los horrores de la guerra química es un objetivo internacional que vale la pena y es altamente viable. La forma en que reaccionamos al ataque a los activos de armas químicas de Assad puede afectar la posibilidad a un uso futuro. Debemos aplaudir las acciones internacionales en contra de las armas químicas de Assad en lugar de quejarnos por lo que no pudieron lograr los ataques.
Paradójicamente, una razón por la que podemos evitar la utilización de armas químicas en el futuro es que al hacerlo no salvaremos muchas vidas. La gente está naturalmente horrorizada por la visión de perder la vida en un ataque con gas, pero generalmente hablando, las armas químicas no son mucho más efectivas para matar gente que las armas comunes de alto poder explosivo. Cualquier persona que es asesinada por una bomba de alto poder explosivo está tan muerta como alguien que fue asesinado por el uso de armas químicas.
Por una parte, el limitado poder asesino del armamento químico significa que evitar que Assad o el próximo Assad utilice armas químicas no salvará muchas vidas (cientos o quizás miles, ciertamente no millones). Pero esto también significa que los Assads del mundo no perderán mucho si renuncian a sus armas químicas. Por lo tanto, es relativamente fácil para el mundo imponer costos a cualquiera que utilice un armamento químico que supere los pequeños logros que pudieran obtener al utilizar armas químicas.
Es posible lograr que el mundo haga cumplir los valores morales cuando puede hacerlo sin incurrir en grandes costos. En casos tales como el de Siria, el mundo no puede detener los asesinatos sin una fuerza militar mucho más poderosa que las fuerzas locales y nadie está dispuesto a sacrificar a sus soldados. Pero el mundo puede apoyar la prohibición de las armas químicas al utilizar solo ataques de misiles a distancia.
No existe forma alguna de que el ataque estadounidense, británico y francés a las instalaciones de armamento químico de Assad pueda tener gran influencia sobre la lucha por el control de Siria o detener el asesinato de civiles. El objetivo del ataque no fue cambiar el resultado de la guerra en Siria; el objetivo era asegurarse de que Assad y sus sucesores entiendan que este pierde más de lo que gana utilizando las armas químicas, lo cual es muy cierto.
Los dictadores del mundo no utilizan armas químicas porque estas son altamente crueles; las utilizan porque las armas químicas son una forma un poco más fácil y más barata de matar y asustar a sus enemigos. Pero estos tienen otras formas de asesinar y atemorizar a la población. Entonces, si el ejemplo de lo que le sucedió a Assad les convence de que perderán más por el resultado de las represalias internacionales por utilizar armas químicas de lo que pudieran lograr con su uso, estos no utilizarán sus armas químicas. Otros pudieran decidir que es un error crear o comprar armas químicas en primer lugar. ¿Por qué gastar dinero en armas que no se pueden utilizar?
Las armas químicas son clasificadas oficialmente como “armas de destrucción masiva”, junto a las armas nucleares y las armas biológicas. Pero esto es engañoso. Las armas nucleares o biológicas tienen un potencial totalmente diferente a las armas químicas. Las armas nucleares o biológicas pueden matar a millones de personas. La política de cualquier conflicto cambia si uno o ambos bandos puede utilizar armas nucleares o biológicas. El mundo no será muy diferente si muchos países poseen armamento químico y a veces los utilizan (aunque sería muy terrible), pero será radicalmente diferente y mucho peor, si muchos países las tienen y algunos países las utilizan, las armas nucleares o biológicas.
¿Significa entonces que el daño limitado producido por las armas químicas no tiene sentido aplicar su prohibición sobre estas o reforzar el tabú en contra de su uso? De ningún modo. Nosotros deberíamos hacer pequeñas mejoras en el mundo incluso si aún no podemos hacer otras mayores. Un mundo en el que las armas químicas no son utilizadas es mejor que un mundo en el que estas se encuentran, incluso si solo existe una pequeña reducción en el número de personas asesinadas. Tal vez un mundo en el que el acuerdo internacional logre algunos objetivos de moral, incluso los más modestos, es mejor que un mundo en el que las naciones no puedan lograr éxito en imponer algún valor moral en lo absoluto.
Deberíamos aplaudir a los gobiernos que actuaron en Siria en apoyo al rechazo mundial al armamento químico, no debilitar el precedente que crearon al quejarse de que el ataque no detuvo los asesinatos en Siria ni tampoco puso fin al gobierno del dictador. Nuestra reacción al ataque debe estar diseñado para convencer a los potenciales usuarios de armas químicas de que el odio internacional contra las armas químicas es tan fuerte que cualquiera que las utilice será castigado lo suficiente como para que lamente haberlas utilizado.
El Señor Singer, fundador y antiguo miembro del Instituto Hudson, es miembro destacado del Centro de Estudios Estratégicos Begin-Sadat de la Universidad Bar-Ilan en Israel.