El Califato virtual del Estado Islámico – La Yihad en Occidente – Por Mina Hamblet

La protesta pública que acompaña al intento, por parte del Presidente Donald Trump, de prohibirle a siete estados musulmanes radicales entrar a su país, plan que fue diseñado para evitar la entrada de terroristas extranjeros en el país, ha desviado la atención del peligro latente de los yihadistas locales. Ya en el 2007, el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York (DPNY, por sus siglas en inglés) publicó un informe de 92 páginas documentando el alcance de la yihad domestica vinculado a Al Qaeda en Europa y Estados Unidos. La administración Obama, sin embargo, hizo todo lo posible por ignorar, negar y encubrir cualquier acción terrorista interna que tuviese connotación a la violencia islamista. Pero una década más tarde, Al-Qaeda ha sido casi eclipsada por el Estado Islámico (ISIS), que ha utilizado hábilmente las redes sociales para convertirse en el principal proveedor de adoctrinamiento yihadista en Occidente, creando un “califato virtual” extremadamente peligroso y de fácil accesibilidad para hombres y mujeres vulnerables a una variedad de historiales de una forma que Al-Qaeda nunca pudo lograr. Incluso si se retomase todo el territorio bajo el control de ISIS, este califato virtual pudiera seguir representando una enorme amenaza.

Radicalización cibernética

4334

Imagen: La aplicación de mensajería rusa Telegram, que provee anonimato casi total a sus usuarios y se basa en el cifrado, dedica canales enteros al ISIS y su ideología.

Si bien el informe del DPNY señaló a Internet “como impulsor y habilitador del proceso de radicalización” de Al-Qaeda, esto se limitó en gran parte a la utilización de salas de chat del grupo terrorista, que representan solo una pequeña parte del potencial de Internet. De hecho, según un estudio del Instituto Rand 2011, mientras Al-Qaeda “realiza el 99% de su trabajo en Internet”, su alcance se limita a unas pocas plataformas cibernéticas, lo que demuestra su manera simplista de utilizar Internet. Por el contrario, ISIS ha adoptado un enfoque más avanzado, apuntando y utilizando una serie de novedosas plataformas para predicar su ideología yihadista, combinando así tradición y tecnología de una manera sofisticada. Ejecutando una campaña de $2 billones gracias a su monopolio petrolero en Siria, el grupo maneja de forma experta la utilización de la comunidad cibernética en una multitud de formas: Twitter es, por mucho trecho, la plataforma preferida entre foros tales como Facebook, Google, Tumblr, Kik, WhatsApp y más. Junto al uso de más aplicaciones de mensajería por debajo del radar, tales como la plataforma Telegram (la cual se encuentra encriptado) y Surespot, ISIS es capaz de mantener una presencia constante y estable en Internet.

Accesibilidad constante. ISIS no solo utiliza plataformas cibernéticas innovadoras y no tradicionales, sino que también garantiza un acceso continuo a su contenido. Sus partidarios han encontrado formas de superar el continuo cierre en Twitter de las cuentas yihadistas, especialmente a través de Bait Al-Ansar (literalmente, la Casa de los Partidarios), que permite a los usuarios crear de nuevo cuentas nuevas rápidamente sin tener que ingresar información nueva. De hecho, tal como muestra un estudio de la Universidad George Washington del 2015, muchos yihadistas ven las suspensiones de cuentas como “insignias de honor”. Campañas en Twitter, tales como “Hashtag Yihad”, también son utilizadas para alentar a los estadounidenses a unirse a la lucha en Siria, según el Proyecto Laboratorio Cibernético y Yihad del Instituto de Investigación de los Medios de Comunicación del Medio Oriente (MEMRI). En ocasiones, en el 2015, el gobierno estadounidense estuvo batallando contra unos 90,000 tuits al día, según una portavoz del Departamento de Estado; y mientras un militante puede ser asesinado, un tuit no.

Los altamente populares portales no son la única forma de comunicación yihadista. La aplicación de mensajería rusa más secreta, la plataforma Telegram, que provee un anonimato casi total a sus usuarios y se basa en el cifrado cliente-servidor/servidor-cliente, dedica canales enteros a ISIS y su ideología. “La Galería Nasheed”, un canal de la aplicación, permite a los seguidores (y posibles seguidores) escuchar los nasheeds yihadistas, también conocidos como canciones islámicas. Las canciones son un “factor principal en el refuerzo de la narrativa del grupo y la atracción hacia nuevos reclutas”, de acuerdo con MEMRI. Este canal y canales similares pueden ser accedidos en cualquier momento, lo que le otorga a sus posibles seguidores un acceso ilimitado a la ideología yihadista.

La cámara de eco de la radicalización. El éxito de la campaña en Twitter del ISIS puede atribuírsele a su uso de la plataforma como “cámara de eco hacia la radicalización” es decir, el intercambio y difusión de propaganda yihadista para el consumo continúo de otros seguidores y, lo más importante, a partidarios potenciales. La cámara está compuesta por tres grupos de usuarios: nodos, amplificadores y mensajes de apoyo que pueden ser mejor entendidos como un sistema de niveles. Los nodos (primer nivel) son, por mucho trecho, las voces más ruidosas y autorizadas en el área del yihad en las redes sociales, tuiteando videos, frases, artículos, etc. Los amplificadores luego envuelven el contenido re-tuiteando el material desde los nodos; y si bien no necesariamente presentan un material nuevo ni propaganda, utilizan activamente las cuentas nodos en Twitter. Finalmente, los mensajes de apoyo permiten que los usuarios se familiaricen con las cuentas de ISIS dándoles un “saludo” o nombrándolos en sus tuits, promoviendo de esta manera las cuentas nodos originales, haciendo de los usuarios de los mensajes de apoyo “vitales a la supervivencia del ISIS en el escenario de la red”. La cuenta Twitter promedio de ISIS tiene alrededor de mil seguidores y el proceso cámara de eco es parte integral para garantizar el continuo éxito de las cuentas.

Éxito por el reclutamiento resultante. Al capitalizar constantemente en las tecnologías modernas, los partidarios de ISIS pueden involucrar continuamente a la comunidad en la red como “guerreros del teclado”. Sin embargo, el yihad en la red no es mera conversación. Entre marzo del 2014 y noviembre del 2015, 82 personas en los Estados Unidos fueron arrestadas por cargos relacionados con la promoción del terrorismo o intentos de iniciar ataques. De los 82 individuos, 39 (el 47.5%) tenían una fuerte presencia en las redes sociales antes de ser interceptados.

Además, la cantidad de arrestos realizados entre simpatizantes de ISIS y Al-Qaeda en los Estados Unidos destaca el éxito de reclutamiento de ISIS. Un informe del Instituto Rand en el 2011 identificó a 176 personas que habían sido interceptadas o arrestadas después del 11 de Septiembre, un promedio de 1.5 reclutas de Al-Qaeda por mes en territorio estadounidense. Por otro lado, ISIS tiene un promedio de 4.1 reclutas por mes, un aumento del 300% en las tasas de reclutamiento respecto de Al-Qaeda.

Variaciones y similitudes demográficas

El análisis de la tasa de reclutamiento es parte integral en medir el alcance de ISIS, pero la demografía de sus seguidores es una forma igualmente importante de entender su éxito en su radicalización en los Estados Unidos. Aunque existen algunas similitudes entre los individuos radicalizados por Al-Qaeda e ISIS, este último grupo ha logrado ampliar la base demográfica de varias maneras, un reflejo de su exitosa campaña de difusión en las redes sociales. El informe del DPNY encontró que la mayoría de los seguidores de Al-Qaeda son hombres de segunda o tercera generación menores de 35 años de “culturas del Medio Oriente, África del Norte y del Sudeste Asiático”, destacando que “familias de clase media y estudiantes parecen [proveer] el terreno más fértil para las semillas de la radicalización”. En contraste, la mayoría de los partidarios de ISIS son hombres menores de 26 años, de una amplia gama de orígenes étnicos y clases sociales. Comprender a la audiencia de ISIS pone de relieve el cómo la organización está preparada para continuar apuntando con éxito a un grupo demográfico joven y extremadamente vulnerable.

Edad – A primera vista, el panorama demográfico comparativo de partidarios occidentales radicalizados de Al-Qaeda e ISIS parece casi idéntico, siendo los “jóvenes y hombres” la descripción más obvia. Sin embargo, colocar a los seguidores de ambos grupos en la misma categoría es ignorar la tendencia juvenil del Estado Islámico y su camino a través de una variedad de divisiones sociales y económicas, todo lo cual destaca el éxito expansivo de sus tácticas de radicalización. Lo más obvio y tal vez lo más importante es que la caída de la edad promedio de los seguidores de 35 a 26 años es un indicador del éxito que tiene ISIS para llegarle a un público más joven, una vez más una faceta de su efectiva campaña en las redes sociales. Según el Centro e Investigación Pew, el 86% de los individuos entre 19 y 29 años de edad utilizan las redes sociales. La disminución en la edad promedio de los simpatizantes en 9 años es un testimonio del éxito de ISIS en el hábil uso de las redes sociales.

4335

Imagen – La mayoría de los partidarios de ISIS son hombres menores de 26 años, de una amplia gama de orígenes étnicos y clases sociales. Este llamado a la juventud y a la diversidad entre los combatientes extranjeros puede atribuirse, en parte, al uso de las redes sociales por ISIS. Gráfico: Programa del GW sobre el Extremismo.

Si bien muchos de los casos de estudios utilizados en el informe del 2007 del DPNY se centraron en hombres de treinta y tantos años que participan en el yihad, son los relatos de los adolescentes que huyen de sus naciones occidentales para unirse a ISIS y su potencial para exportar el terrorismo yihadista a Occidente a su regreso a casa lo que ha dominado los titulares en los últimos años. Esto no quiere decir que el informe del DPNY evaluó de manera inexacta el perfil de los partidarios de Al-Qaeda, sino más bien el destacar cómo ISIS se ha expandido más allá de ese grupo demográfico inicial para capturar un mayor número de seguidores. En un informe en el 2015 sobre la amenaza terrorista extranjera de ISIS, el asistente del fiscal general estadounidense John Carlin, señaló:

  • Esta es una amenaza impulsada por los medios de comunicación sociales, en más del 50% de los casos los acusados tienen 25 años o menos y en más de un tercio de los casos, estos tienen 21 años o menos. Y para nosotros al confrontar la amenaza terrorista, es diferente a lo relacionado con la estructura de las poblaciones que vimos apoyar al núcleo de Al-Qaida en la región de Afganistán.

Etnicidad La edad no es el único cambio demográfico. De hecho, los casos de estudios del informe del DPNY están marcados por una característica demográfica distintiva de hombres que oscilan entre 30 y tantos años oriundos del Medio Oriente. En el ataque a Madrid en el 2004, el atentado de Londres en el 2005, el intento de atentado al Herald Square en la ciudad de Nueva York etc., todos los perpetradores procedían de familias de clase media del Medio Oriente o Pakistán. El informe incluso destaca las universidades a las que asistieron los individuos, los tipos de familias en las que crecieron, e incluso el valor estimado del patrimonio de un combatiente en un caso. Por el contrario, los seguidores de ISIS “no están confinados a ningún grupo étnico”, ni su contexto económico es el mismo. Los partidarios de ISIS representan un amplio espectro internacional, con un 40% de conversos al Islam. Aunque la lista de ejemplos es larga y diversa, en última instancia, todos ellos representan un cambio fundamental en la demografía de grupos étnicos específicos a la expansión del movimiento de radicalización occidental yihadista. Esta variación en los partidarios de ISIS atestigua su éxito. Una vez más, su utilización de las redes sociales le ha permitido acceder a una serie de grupos étnicos y nacionalidades y ha contribuido a la diversidad entre los combatientes extranjeros.

El proceso de adoctrinamiento

4336

Imagen: Viajar a países del Medio Oriente puede ser un mecanismo poderoso para fortalecer la ideología yihadista dentro de una persona y proveer entrenamiento sobre cómo comprometerse con el yihad. Al menos el 51% de los reclutas de ISIS desde febrero del 2014 viajaron o intentaron viajar a Siria, lo que les proporcionó un mayor acceso a su ideología y entrenamiento.

Si bien es evidente que ISIS logró (y sigue cosechando) mayores éxitos que Al Qaeda en la radicalización de ciudadanos de Occidente, una comparación de los métodos utilizados por los dos grupos terroristas encuentra que el proceso es sorprendentemente similar. El informe del DPNY, muy criticado por su discusión sobre el patrón de adoctrinamiento cuando fue publicado en el 2007, se mantiene como una fuente creíble para comprender el proceso de radicalización cuando se analiza junto a un estudio sobre la radicalización de ISIS. El informe del 2007 abrió un nuevo camino al publicar su análisis tanto del patrón de adoctrinamiento como del espectro de la radicalización. Este resalta que, aunque lo demográfico y las plataformas utilizadas por ISIS tienen más éxito en la obtención de apoyo, el proceso específico que un individuo debe completar (y el entorno que lo desencadena) es prácticamente el mismo.

Cuatro etapas para la radicalización. El informe del DPNY encontró que el proceso de radicalización es una estructura claramente definida, con las siguientes cuatro fases distintas:

  • Pre-radicalización: vida antes de la adopción de la ideología yihadista salafista.
  • Auto-identificación: exploración del Islam salafista.
  • Adoctrinamiento: intensificación de las creencias, adopción total de la ideología.
  • Yihadización: aceptación del deber de librar el yihad; la planificación y ejecución de un ataque.

Si bien cada fase es importante por derecho propio, la mayor superposición para los partidarios de Al-Qaeda y de ISIS se produce en la primera etapa: la pre-radicalización. Es en esta etapa vulnerable donde comienza la exploración del yihad; y a pesar de las tácticas divergentes de radicalización de los dos grupos terroristas, las vidas pre-radicalizadas de sus seguidores resultan ser casi idénticas, subrayando la naturaleza inmutable de los más susceptibles al adoctrinamiento yihadista, es decir, individuos que buscan el “significado de la vida” y buscan una identidad. En general, llevan vidas normales pero se sienten distanciados de la sociedad y están motivados por un espíritu activista.

Esta soledad, avidez y deseo de comunidad son algunos de los catalizadores claves en la búsqueda de la propaganda yihadista y esta narración apenas ha cambiado con el surgimiento de ISIS. El investigador alemán Daniel Koehler, quien evaluó a tres adolescentes somalíes-estadounidenses que intentaron viajar a Siria, encontró varios signos de pre-radicalización similares a los delineados en el 2007, a los que denominó la “receta de radicalización”. Varios factores desencadenaron el proceso, incluyendo “experiencias de racismo, acoso escolar, falta de educación… cualquier cosa que te frustre y te aleje de la sociedad que te acoge”. Estas vulnerabilidades proveen caldo de cultivo fértil para todos los reclutas de Al-Queda e ISIS por igual.

En etapas posteriores, tales como la auto-identificación, los reclutas de ISIS se guían por una determinada interpretación del Islam que consideran convincente, que se intensifica cuando esta se combina con su “espíritu guerrero”. El camino hacia la radicalización entre los seguidores de Al Qaeda se establece con las mismas señales según el informe del DPNY, que señala la presencia de un “compromiso o responsabilidad similar a la de los activistas para resolver agravios políticos globales a través de la violencia”.

Un espectro de amenazas. Si bien el proceso de radicalización, especialmente en sus etapas iniciales, atrae de lleno a los jóvenes y es peligroso si este es completado, no todos los posibles reclutadores emergen como terroristas impulsados por el yihad. El proceso actúa como un embudo: en cada etapa, el grupo de reclutadores se hace cada vez más pequeño. Del mismo modo, no todos los seguidores de ISIS se comprometen con la yihad. Algunos nunca se manifiestan más allá de su representación guerrera en el teclado, mientras que otros se retiran cuando llega el momento de la verdad (por ejemplo, viajar a Siria o llevar a cabo un ataque terrorista en su país de origen en Occidente). En última instancia, ambos espectros para los reclutas de Al Qaeda e ISIS cuentan una historia similar: estos partidarios son la minoría y no la mayoría de los musulmanes y embarcarse en el proceso no compromete a algún individuo al yihad.

La accesibilidad ayuda a ISIS. Una nota final sobre el adoctrinamiento que vale la pena mencionar es el papel de los viajes. En muchos casos, viajar a países del Medio Oriente puede ser un mecanismo poderoso para fortalecer la ideología yihadista dentro de una persona y proveer entrenamiento sobre el cómo comprometerse al yihad. Si bien Al-Qaeda fomentó los viajes y todos los estudios de casos examinados por el informe del departamento de policía de la ciudad de Nueva York (DPNY) incluyen a individuos que viajaron o intentaron viajar, existen diferencias significativas en el acceso a estos estados. Afganistán, por ejemplo, puede ser difícil de acceder, mientras que Siria e Irak fueron, hasta hace poco, más fáciles de alcanzar siendo el punto de entrada mayor a través de Turquía aunque el fallido golpe de estado de julio, 2016 parece haber tenido un impacto moderador. Al menos el 51% de los reclutas de ISIS desde febrero de 2014 viajaron o intentaron viajar a Siria, proporcionando un mayor acceso a su ideología y entrenamiento.

Conclusión

Si bien el proceso de radicalización yihadista en Occidente no es exclusivo del siglo XXI, una comparación de las tácticas utilizadas por Al-Qaeda e ISIS pone de relieve el cómo ha evolucionado rápidamente en un corto período de tiempo debido a la introducción de nuevas herramientas de propaganda, siendo las más notables las redes sociales modernas con su gran atractivo para la juventud de Occidente. A través de una campaña de medios sociales de fácil acceso, utilizando plataformas tales como Twitter, ISIS ha conseguido llamar la atención de millones. Su constante presencia en Internet se ha traducido en mayores índices de reclutamiento que las de Al-Qaeda, un grupo demográfico más joven y una base étnica más diversa. Al mismo tiempo, el desencadenante de la radicalización y los pasos que conducen al adoctrinamiento yihadista total se han mantenido prácticamente constantes, aunque se producen a un ritmo más rápido con niveles más diversos. No existe una sola metodología exitosa para identificar a los potenciales perpetradores, pero el continuar monitoreando las redes sociales mientras se crea una campaña cibernética contra-narrativa puede ser una forma poderosa de disuadir a las mentes jóvenes y vulnerables sobre las cuales ISIS es tan exitoso.

 

 

Mina Hamblet sirvió como pasante de investigación en El Centro de Política Judía y actualmente está radicada en la Universidad de Virginia.

Comentarios

Recientes

spot_img

Artículos Relacionados

Donaciones

 

En “Hatzad Hasheni” seguimos produciendo contenidos verdaderos y confiables para que te sigas sintiendo orgulloso de lo que eres…

¡Ayúdanos ahora con tu donación!

¡Súmate al proyecto que modifica percepciones!

CLICK AQUI PARA DONAR

Gracias por donar en este importante proyecto de diplomacia publica.