EE.UU. – Israel – Abundancia de amistad – Por Mayor General (ret.) Yaakov Amidror

El distintivo paquete de ayuda del Departamento de Defensa estadounidense firmado el 14 de septiembre es un acontecimiento importante para Israel, por tres razones. Primero, indica la profundidad del compromiso del liderazgo estadounidense a la seguridad de Israel, a pesar de las diferencias de opinión entre los dos países. Segundo, le permite a las FDI sostener sus planes multianuales de reforzar sus capacidades en todos los campos. Y tercero, les señala a todos aquellos que conspiran contra Israel en la región y el mundo de que la amistad entre Israel y los Estados Unidos sigue siendo muy fuerte.

El miércoles pasado, los Estados Unidos e Israel firmaron un paquete de ayuda de defensa por un total de $38 billones. Las negociaciones fueron complicadas, ya que esto representa el mayor paquete de ayuda militar jamás otorgado por Estados Unidos a Israel – o, de hecho a cualquier otro país.

Comenzando en octubre del 2018, $3.8 billones de dólares al año serán transferidos a Israel durante un período de 10 años. Esa cifra es casi $200 millones al año más de lo que Israel ha recibido en los últimos años.

Hubo aquellos en Israel que consideraron prudente pedir aún más, teniendo en cuenta las amenazas que enfrenta Israel y darle a Israel un mejor punto de apoyo a las negociaciones. Aquellos familiarizados con el estado de la economía estadounidense y consciente de la discordia entre la administración demócrata y el Congreso republicano sobre la necesidad de introducir recortes en el presupuesto estadounidense, previeron una enorme disminución en la ayuda. Los realistas, sin embargo, entendieron que el paquete de ayuda finalizaría en torno a estas cifras.

Washington nunca trató de “extorsionar” nada de Israel, tal como el hacer que el Primer Ministro Benjamín Netanyahu renunciase a su discurso de marzo, 2015 advirtiéndole al Congreso de los peligros del acuerdo en materia nuclear con Irán.

Como nota al margen, me gustaría añadir que si tal condición hubiese sido impuesta, hubiese sido un grave error para el primer ministro el haber engavetado sus reservas por algo de dinero en efectivo, considerable aunque pudo haber sido así. Teniendo en cuenta la amenaza potencial que el acuerdo iraní representa para Israel, aquellos que se opusieron a este tenían que hacer todo lo posible para tratar de impedirlo. El chantaje no es una opción para un estado como Israel.

El valor del paquete de ayuda del departamento de defensa se extiende más allá de la cantidad de dinero sin precedentes que este garantiza. El presupuesto total para una activa defensa, que normalmente es decidida luego de discusiones entre la Casa Blanca y el Congreso (el cual tradicionalmente le otorga a Israel más de lo que la Casa Blanca desea firmar), está ahora garantizado durante años.

Como resultado, no habrá necesidad de renegociar el paquete de ayuda cada año. Israel no tendrá que explicar sus necesidades de defensa y quedar enredado en las infinitas fricciones entre la Casa Blanca y el Congreso.

Con este tipo de enfrentamientos recurrentes en mente, la administración le pidió a Israel prometer que no le pedirá al Congreso fondos adicionales que sobrepasen los $3.8 billones de dólares. Israel aceptó, aunque el acuerdo deja espacio para una ayuda adicional en caso de que estalle una guerra.

La concesión a la participación del Congreso no fue fácil para Israel. Hay quienes afirman que Israel no debe permitir que la Casa Blanca cree un monopolio sobre el tema de la ayuda, porque esto perjudicará las relaciones con el Congreso. Ellos añaden que, si el acuerdo se hubiese negociado con el Congreso, muy probablemente se hubiese asignado mucha más ayuda cada año.

Sin embargo, cualquier intento de evaluar el equilibrio de poder en el Congreso dentro del lapso de 5 o 10 años es jugar a la suerte. El presupuesto para el fortalecimiento de las FDI no es algo con el que se puede jugar, incluso si las posibilidades de ganar son bastante buenas. Aquellos que pretenden saber no sólo como se verá el Congreso, sino el cómo se verá la Casa Blanca y cuál sería el equilibrio de poder entre las dos, están viviendo en un mundo de fantasía.

Por otra parte, los pagos confiables y regulares ayuda del departamento de defensa son en sí mismos de valor económico. Benefician a las FDI, incluso si Israel teóricamente, hubiese sido capaz de obtener más dinero al final de cada forcejeo anual.

También existe espacio para la innovación en el nuevo estatus, el cual no requiere ya de la solicitud del Congreso. Israel puede trabajar con sus amigos en el Congreso para encontrar otras formas de mejorar y profundizar las relaciones Israel-Estados Unidos. Este tipo de innovación debería ser el siguiente esfuerzo de Israel, ambos dentro y fuera del Congreso.

Los estadounidenses solicitaron un cambio fundamental en el acuerdo. Hasta ahora, alrededor del 24% de la ayuda del departamento de defensa estadounidense fue gastada en Israel. Hoy, todo el dinero que los Estados Unidos le otorgan a Israel será destinado a las compañías de defensa estadounidenses. Esto representa una transferencia de un total de aproximadamente $800 millones del presupuesto de defensa de los Estados Unidos en lugar de Israel. Esta cifra se logrará a expensas de las empresas de defensa israelíes y no será una transición fácil.

El jefe a cargo del Consejo de Seguridad Nacional de Israel, Brigadier General (ret.) Jacob Nagel, fue el responsable de la mayor parte de las negociaciones de los últimos cuatro años y este fue exitoso en asegurar que el cambio será gradual y no entrará en vigor inmediatamente. Si la industria de defensa israelí realiza un verdadero esfuerzo en ahorrar dinero y señalar prioridades, puede hacer mejor una situación difícil.

El acuerdo también es muy importante desde el punto de vista de la postura israelí en los Estados Unidos. No es ningún secreto que Israel y la actual administración están profundamente divididos en dos grandes temas: el acuerdo en materia nuclear con Irán y los asentamientos.

Ambos países deseaban mostrarle al mundo, especialmente a aquellos que no son amigos de Israel, de que no existe ningún conflicto entre Israel y la actual administración estadounidense sobre la necesidad por parte de Israel de garantizar su capacidad de defenderse a sí misma. Por lo tanto, es vital para la administración demócrata, así como también para Israel pasar la antorcha de ayuda del departamento de defensa en lugar de podarla.

Las disputas sobre los temas del acuerdo iraní y los asentamientos probablemente continuarán, e incluso a veces se intensificaran. Fue por lo tanto necesario definir un camino a seguir. A pesar de los continuos desacuerdos, los Estados Unidos eligieron seguir ayudando a Israel a que desarrollara su capacidad de defenderse a sí misma, por sí misma.

El acuerdo muestra el verdadero punto de vista de los Estados Unidos sobre su relación con Israel. Este mensaje inequívoco vale muchísimo más que cualquier cantidad de dinero.

El acuerdo también es importante ya que aclara para los israelíes que no existe sustituto para la relación de Israel con los Estados Unidos. Israel no recibirá este tipo de ayuda en el área de defensa de ningún otro país.

Sin embargo, a Israel se le permite negar las solicitudes estadounidenses, e incluso entrar en disputas serias con este cuando se trate de los intereses vitales de Israel. Esto debe hacerse con moderación y en conocimiento firme de que la amistad con los Estados Unidos es la base del escudo de defensa de Israel. Este acuerdo es una prueba más de ello.

 

El Mayor General (ret) Yaakov Amidror es el compañero distinguido de Anne y Greg Rosshandler en el Centro de Estudios Estratégicos Begin-Sadat. Es también miembro distinguido en el Centro para la Defensa y Estrategia JINSA Gemunder.

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