El atentado terrorista perpetrado el lunes 2 de octubre por Stephen Paddock desde un hotel de las Vegas en el Estado de Nevada en Estados Unidos, han buscado atribuírselo a DAESH. El propio grupo terrorista a través de sus redes han identificado al autor como Abu Abd Abdulbar al – Ameriki, un nombre que parece prefabricado a la carrera y con mucha imaginación en verdad, donde por cierto el sufijo “al – Ameriki” significa “el americano”.
No es la primera vez que por un tema “publicitario” ese grupo se endose ataques, ya que entre organizaciones que practican el terrorismo hay una “competencia” en generar adeptos y uno de los mejores mecanismos es a través de actos que muestren un supuesto “poderío” de ejecución.
Sin embargo, en este caso, el ataque no muestra el sello tan particular de esta agrupación islamista. Más parece otro de esos altercados producto de la facilidad de portar armas en los Estados Unidos y que entonces haya otros motivos, como sucedió por ejemplo en los casos de la Primaria de San Bernardino en 2016, en North Lake College en 2017 o la infame masacre de Columbine en 1999, una lista que es extensa en cuanto a este tipo de acciones violentas en ese país norteamericano.
A diferencia del atentado contra la discoteca gay Pulse en Orlando Florida en junio de 2016, donde podría primar una cuestión religiosa para cometer el crimen. Lo que habría radicalizado al terrorista días antes de realizar el ataque y facilitado su adhesión a DAESH.
Pero nuevamente, en ese caso, la modalidad del crimen no es la común de dicha agrupación terrorista, y además, se especuló de posibles tendencias homosexuales por parte del terrorista estadounidense de origen afgano Omar Mateen, que pudo ser la verdadera motivación para atacar el bar, siendo un tema de haber deshonrado a su familia a través de sus inclinaciones y cometer el atentado en una manera de “purgar su pecado”.
La forma de actuar de islamistas organizados, queda bien interpretada en la manera con la que han atacado en países europeos o está manifiesto en las revistas y redes sociales de dichas organizaciones terroristas. Por ejemplo DAESH durante mucho tiempo reveló su adoctrinamiento a través de la revista DABIQ llamada así por una profecía islámica del fin de los tiempos asociada a una ciudad siria con ese nombre, y en los últimos meses, han utilizado otra revista llamada RUMIYAH (Roma) donde expresan todos los tipos de atentados que pueden realizar los denominados “lobos solitarios”, con ataques de bajo costo y utilizando herramientas de uso cotidiano, desde cuchillos de cocina, hasta los propios automóviles o vehículos para construcción (tractores, grúas, etc.)
En algunos casos se trata de musulmanes radicalizados a través de las redes de dicha agrupación islamistas, pero en otros se trata de un adoctrinamiento recibido en madrazas wahabíes ubicadas en pleno corazón de Europa, o por Internet y que eventualmente por el deceso del atacante, termina siendo adherido a la causa de DAESH quien le da una afiliación “post mortem”.
Debe mencionarse, además, que copian patrones de ataque que han sido experimentados previamente en otra región que es poco mencionada como víctima de estos ataques, ya que aparentemente para algunos sectores de la opinión pública se trata de un “acto de resistencia”, este país es Israel.
Ese país asiático sido el laboratorio de este tipo de atentados que hoy sufren los europeos. Lo ocurrido en Niza, las Ramblas, Toulousse, Marsella, etc., los israelíes lo han experimentado durante años.
Pero este modo operativo no se ha visto en los atentados de Orlando o las Vegas, aunque al final han querido atribuirlos a los islamistas. Pero de nuevo, no se ve el patrón común de dicha organización terrorista, lo que hace dudar que sean realmente suyos, pero sí han manifestado una fuerte labor de relaciones públicas para endosárselo como propio. Aunque, sin embargo, no se puede descartar cualquier posibilidad, ya que, si bien no sigue un patrón determinado, no quiere decir que eventualmente puedan echar mano de otros tipos de acciones, es un análisis de comportamiento humano que no es estático o plano.
Por esta razón, la recopilación de información de las próximas horas será elemental, para confirmar o descartar que efectivamente Stephen Paddock, pasó a ser Abu Abd Abdulbar al – Ameriki y concretar los actos de terror que acabaron con la vida de casi 60 personas y con medio millar de heridos, que como especula otra información, esté ligado con supremacistas, o que padeciera de algún trastorno mental, pero asociar sin cuestionar este atentado con el islamismo, es darle más propaganda a DAESH en su campaña de popularidad.