La mayoría de los estadounidenses aún se sorprenderían en saber que mexicanos y centroamericanos no son los únicos que cruzan ilegalmente la frontera sur estadounidense todos los años. Entre las decenas de miles de inmigrantes que brincan dicha frontera cada año se encuentran iraníes y una cantidad de inmigrantes de una zona particular de Irán.
Imagen de portada – En cooperación con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (SICA), el 5 de septiembre los cuerpos policiales federales de Brasil arrestaron a Reza Sahami, presunto líder de una importante red de trata ilegal de personas quien se dedicaba a infiltrar a individuos del Medio Oriente (principalmente de Irán) hacia América del Sur, Estados Unidos y Canadá.
Quizás menos iraníes lleguen a las fronteras ahora, al menos durante un periodo de tiempo, debido a la reciente redada y captura realizada en Brasil a Reza Sahami, un ciudadano con doble ciudadanía canadiense-iraní quien fue sorprendido guiando a un grupo de siete ciudadanos iraníes en la ciudad de Assis Brasil en la frontera del Perú. Los siete iraníes poseían pasaportes falsos o alterados de Israel, Dinamarca y Canadá.
Brasil procesará el caso, pero las Investigaciones del Servicio de Seguridad Nacional e Inmigración y Control de Aduanas estadounidense, que trabaja en puntos de control en todo el continente americano persiguiendo a importantes contrabandistas extranjeros, desempeñó un papel lo suficientemente importante como para emitir su propio anuncio de prensa, el cual fue ignorado en gran medida a pesar del aumento en la amenaza iraní.
“Sahami ha estado traficando ilegalmente a criminales a través de las fronteras internacionales durante más de diez años”, dijo el agregado del SICA para Brasil y Bolivia Robert Fuentes, en el muy escueto comunicado de prensa del SICA dado a conocer el 10 de septiembre.
Los medios de comunicación brasileños informaron que seis iraníes fueron retenidos durante cierto tiempo y luego se les ordenó regresar a Irán dentro de un plazo de 15 días o enfrentar un proceso judicial por poseer pasaportes canadienses e israelíes falsos. No está del todo claro qué sucedió con el séptimo individuo reportado por el SICA, aunque uno de los capturados era un chico.
La importancia de los inmigrantes fronterizos iraníes
Tal como he escrito frecuentemente, los iraníes se encuentran entre una larga lista de “inmigrantes extra-continentales” o “extranjeros de especial interés (SIAs – siglas en inglés)” de todo el mundo que presentan amenazas muy singulares a la seguridad nacional en el que aquellos estadounidenses que trabajan en el servicio de seguridad nacional se ven obligados, si pueden, a descartar una vez que estos viajeros llegan a las fronteras estadounidenses.
Los iraníes están en la lista de “extranjeros de especial interés” quienes representan una amenaza potencial a la seguridad nacional del país.
Una fuente de la comunidad de inteligencia familiarizada con el caso me comunico que la organización Sahami llevó a través de vuelos internacionales a iraníes a Canadá con pasaportes falsos, pero también hizo que algunos pasaran ilegalmente por la frontera sur. No está muy claro si los clientes de Sahami llegaron a los Estados Unidos volando primero a Canadá y cruzaron luego hacia el sur y si fuese así, cuántos de ellos lograron entrar.
Pero la data de detenciones muestra que muchos más iraníes son aprehendidos en la frontera entre Estados Unidos y Canadá que en la frontera entre Estados Unidos y México. Solo 197 iraníes fueron detenidos entre los puertos de entrada de la frontera sur entre los años 2009 y 2019, incluyendo a 15 personas en el 2019, 27 en el 2018 y 16 el año anterior, según los datos proporcionados al CIS en virtud de una solicitud a la Ley de Libertad de Información. Muchos más iraníes son detenidos cruzando entre los puertos de entrada de Estados Unidos y Canadá, incluyendo a 22.789 desde el año 2008 al 2018, aumentando de 1.523 en el 2013 a 2.294 en el año 2018.
Independientemente de si algunos viajan en avión a Canadá para estos luego poder cruzar la frontera estadounidense, sus constantes llegadas anuales a ambas fronteras demuestran la presencia y capacidad de organizaciones que realizan la trata ilegal a distancia como la que supuestamente dirigía Sahami y que ponerles fin ahora debe convertirse en prioridad.
Una nueva alianza vital anti-terrorismo con Brasil
El caso Sahami refuerza otro desarrollo importante por parte de los estadounidenses en perseguir a contrabandistas SIAs: la renovada colaboración anti-terrorista de Brasil bajo la presidencia de Jair Bolsanaro. Tal como he escrito, Brasil, durante mucho tiempo les ha servido a los contrabandistas como una de las áreas de estadía y plataforma más concurridas para la migración de extranjeros de especial interés debido a la imperante corrupción en sus embajadas y aeropuertos. Pero con Bolsanaro en el cargo y las nuevas leyes anti-terrorismo y anti-inmigración ilegal ya publicadas en Brasil, el SICA y el Servicio de Protección de Aduanas y Fronteras (CBP siglas en inglés) han incrementado enormemente su presencia en el lugar.
El presidente brasileño Jair Bolsanaro, ha revitalizado la colaboración antiterrorista con los Estados Unidos.
El caso Sahami fue el segundo arresto y enjuiciamiento más significativo de un contrabandista internacional de extranjeros de especial interés (SIA) en Brasil junto a los estadounidenses, aunque ese gobierno ha ayudado a procesamientos estadounidenses anteriores. El primero se produjo en agosto del 2019 cuando la policía federal brasileña en Sao Paulo arrestó a tres importantes contrabandistas: un somalí, un argelino y un iraní residenciado en el país. Tal como escribí para el momento de esta redada, los contrabandistas transportaban a inmigrantes de países con preocupación a su seguridad nacional hacia la frontera sur de Estados Unidos durante años, incluyendo a dos somalíes arrestados por los estadounidenses por presuntos hecho de terrorismo.
De hecho, la sociedad Brasil-Estados Unidos parece ir muy bien. En el año 2019, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos junto a los cuerpos de la policía federal de Brasil abrieron un programa piloto conjunto dentro de los aeropuertos del país para identificar a los “viajeros de alto riesgo con vínculos terroristas junto al tráfico ilegal de extranjeros” que viajan continuamente, según un reciente informe del Departamento de Estado. Y Brasil ha enviado a funcionarios para que trabajen con el Servicio de Protección de Aduanas y Fronteras en Washington.
Todd Bensman es miembro del Foro del Medio Oriente y antiguo miembro en el área de seguridad nacional del Centro de Estudios sobre Inmigración. Anteriormente dirigió los esfuerzos por parte de los servicios de inteligencia